Un grupo de indígenas amazónicos de varios países ha demandado respeto a la madre tierra y a sus derechos y denunciaron las políticas del presidente Evo Morales en una reunión paralela al G77+China que se realiza en Bolivia.
Medio centenar de líderes de la Coordinadora de Organizaciones Indígenas de la Cuenca Amazónica (COICA) acordaron presentar sus demandas a los 14 mandatarios y delegados de 128 países que deliberan hasta el domingo en la ciudad de Santa Cruz, 540 kilómetros al este de La Paz.
«Queremos denunciar los atropellos del gobierno de Morales, violenta nuestros derechos, destruye y judicializa (juicios) nuestras demandas», dijo el domingo el dirigente boliviano Adolfo Chávez.
Los indígenas rechazaron un proyecto carretero que proyecta construir Morales por medio de una rica reserva natural y denunciaron como depredadora del medioambiente una nueva ley minera que aprobó recientemente el gobierno boliviano.
Edwin Vásquez, coordinador del encuentro, ha denunciado también que el gobierno limita facultades a organizaciones indígenas en la consulta previa a que tienen derecho antes de que se ejecuten proyectos mineros o petroleros que afecten a su hábitat.
«Lo que está sucediendo en Bolivia también está sucediendo en los países de la Amazonía (Bolivia, Perú, Brasil, Ecuador, Colombia, Venezuela, Guyana y Surinam)», dijo Vásquez.
Los líderes amazónicos han dicho que sus gobiernos los criminalizan para impedir sus protestas en contra de proyectos que afectan su vida y sus tierras.
Morales es un defensor de la madre tierra en foros internacionales y algunas de sus iniciativas han sido acogidas por la ONU, pero en su país afronta cuestionamientos de grupos de indígenas amazónicos y andinos que se distanciaron de su gobierno y le reclaman falta de coherencia con su discurso.
La reunión indígena pasó casi desapercibida frente a la cumbre del G77 que entre varios temas analiza también el cambio climático.
Los delegados gubernamentales cuestionaron el historial ambiental de países desarrollados y postularon un nuevo orden mundial basado que impulse un desarrollo basado en un equilibrio entre las necesidades de la población y las del planeta, según postuló el secretario general de la ONU, Ban ki-moon.