Dicen por ahí que “errar es de humanos y rectificar es de sabios”, así que no te sientas 100% culpable si has cometido algún delito en contra de tu propia piel, pues aunque en ocasiones creamos que nos las sabemos todas, la verdad es que nadie nace aprendido, ni siquiera en lo que a cuestiones de belleza respecta. Sin embargo, la buena noticia es que hoy descubriremos cuáles de esos hábitos que hasta ahora considerábamos milagrosos, pero en realidad son bastante dañinos.
Si no sabes bien cómo mantener tu rostro terso y lozano, ni qué crema hidratante es la más conveniente para tu tipo de piel, este artículo sin duda es perfecto para ti, por lo que te recomendamos que lo leas con detenimiento y aprendas a desmaquillarte como Dios manda, a protegerte correctamente de los inclementes rayos UV o a ser un poco más comedida con el exfoliante, pues aunque no lo creas, abusar de estas rutinas de belleza puede resultar perjudicial y causar daños irreversibles.
Stop a la crema hidratante
Sí, estamos completamente de acuerdo en que la crema hidratante es vital, pero resulta que abusar de ella es un error gravísimo, pues es súper contraproducente eso de probar una tras otra sin parar, alternar indiscriminadamente la de piel seca con la de piel delicada, duplicar la dosis recomendada para la de día y colocarnos excesivamente la de noche.
El secreto está en saber elegir cuál de todas las cremas hidratantes que existen en el mercado es la correcta para nosotros, tomando en consideración la zona en la que la aplicaremos, nuestro tipo de piel y la sensación que nos queda después de usarla, pues lo ideal es que se sienta agradable y no reseco ni grasoso.
Pilas con el exfoliante
Es cierto que exfoliarse el rostro o el cuerpo de vez en cuando es muy buena idea, sin embargo, el problema es cuando nos volvemos adictos y queremos hacerlo todo el tiempo. Aunque parezca inofensivo, hay que tener cautela con el uso del exfoliante, saber cuándo y cómo usarlo y no hacerlo con demasiada frecuencia, ya que sus microgránulos pueden ocasionarte enrojecimiento, irritación y aumento de la grasa.
Nuestra recomendación, es que utilices exfoliantes químicos de ácido glicólico y salicílico, pues estos son perfectos para suavizar la piel, unificar el tono, remover las células muertas, mejorar la textura y disminuir las manchas.
Atentos con la mascarilla
En este caso, ocurre prácticamente lo mismo que te contamos anteriormente sobre la crema hidratante, pues la selección de las mascarillas faciales según tu tipo de piel también requiere de cierta precaución. Según los expertos en la materia, las de arcilla son perfectas para mejorar el aspecto de las pieles grasosas o manchadas.
Si por el contrario, tu cutis suele estar reseco, lo mejor es que optes por las que contengan vitamina E, pues resultan maravillosas para nutrirlo. Finalmente, la recomendación más importante es que no abuses de las mascarillas, ya que con una a la semana es suficiente para mantener tu cutis en perfecto estado.
Aún no son necesarios
Para nadie es un secreto que las arrugas son una especie de “Coco” para los adultos, pues tan sólo imaginar la posible aparición de esos pequeños surcos en nuestra cara, puede hacernos temblar de pavor, sin embargo, aunque empezar a notar el paso del tiempo en nuestra piel es bastante desalentador, cada cosa tiene su justo momento, por lo que te recomendamos que no te apliques productos antienvejecimiento si todavía no los necesitas.
La justificación de este consejo, radica en el hecho de que usar este tipo de cremas antes de tiempo pude hacer que la piel se desprenda antes y se vuelva más frágil y fina de lo que debería ser, así que cálmate y espera que sea el momento adecuado, o de lo contrario dañarás tu rostro innecesariamente.
Primero lo primero
Si eres de las personas que se coloca crema sobre crema y tratamiento sobre tratamiento, este pedacito de texto está escrito especialmente para ti, pues aunque parezca un asunto sin importancia, la verdad es que es vital tener claro el correcto orden en el que te debes aplicar los productos para el cuidado de la piel.
Por ejemplo, el sérum va antes que el contorno de ojos y que la crema hidratante, los cuales sólo se pueden aplicar una vez que el primero se haya absorbido totalmente. Para colocártelo, debes dar pequeños toquecitos con el dedo anular hasta que se seque por completo y siempre de afuera hacia adentro, para ir en contra de las líneas de expresión que podrían potenciar la formación de arrugas.
No a la locura del retinol
Ok, estamos plenamente conscientes de que el retinol puede ser toda una maravilla, pues está demostrado científicamente que mejora la apariencia de la piel del cielo a la tierra, iluminándola, previniendo las arrugas, aclarando las manchas y eliminando el acné de manera rápida y eficaz. Sin embargo, abusar de la vitamina A puede ser fatal para nuestra cara, pues esta necesita adaptarse a ella poco a poco y sin abusos.
SPF: Indispensable
Es de vital importancia que tengamos siempre presente que, aunque parezca una tontería, usar protector solar constantemente es indispensable para el cudiado de nuestra piel, pues todos hemos oído, al menos una vez, que los rayos ultravioleta son súper perjudiciales aún y cuando no nos expongamos intencionalmente a ellos, llegando incluso a causar grandes daños que pueden desencadenar en graves problemas de salud.
Así que deja la flojera y colócate una pequeña dosis de protector solar cada mañana antes de salir de casa, llueva, truene o relampaguee.
“Para el día, selecciona una crema que contenga protector solar y, la de la noche, utilízala únicamente antes de acostarte a dormir”
“Durante las dos primeras semanas, el retinol debe aplicarse cada tres días y solamente en las noches”
“Evita aplicarte crema hidratante directamente alrededor de los ojos, pues esto puede hacer que aparezcan pequeñas manchas blancas”