A las 7:30 de la mañana de ayer habitantes de la comunidad La Ventosa se dirigieron hasta la entrada de El Garabatal, cerca del puesto de control de la Guardia Nacional Bolivariana (GNB), para impedir que la Hidrológica del estado Lara (Hidrolara) continuara con trabajos de conexión de una tubería que recogería el caudal de aguas negras que corre por la referida artería vial y que genera tráfico en la zona.
Miembros de la comunidad aseguraron haber tomado esta decisión puesto que de realizar dicha conexión, no solventarán la problemática y seguiría bajando esta agua hasta La Ventosa, lugar donde desde hace tres meses conviven con este olor putrefacto, puesto que la avería de la red de cloacas de El Garabatal y zonas de La Carucieña, hace que el flujo de aguas negras tome cause natural y llegue hasta la quebrada que atraviesa la referida comunidad, que además de enmontada ha sido tomada por habitantes de la parte alta como botadero de escombros.
Vecinos de La Ventosa señalaron que el olor es insoportable y que personas de todas las edades padecen enfermedades como diarrea, vómito y afecciones en la piel a consecuencia de la contaminación.
Es de destacar que el sistema de redes de cloacas de La Ventosa funciona adecuadamente.
La manifestación fue disuelta hora y media después por efectivos de la GNB, mismo punto al cual se apersonó el ingeniero Pedro Sánchez, gerente de obras de Hidrolara, quien junto a los efectivos de seguridad intentó mediar con la comunidad y dar respuestas a sus interrogantes.
Solucionarán en tres meses
Sánchez reconoció la problemática denunciada por la comunidad y dijo que desde la empresa trabajan para solventar la misma.
Explicó que el problema se generó debido a una obstrucción de aproximadamente 200 metros del colector de descarga de El Garabatal, La Carucieña y zonas aledañas, que tiene una data de más de 40 años.
Asimismo, aseguró que han reconstruido 180 metros de la tubería, pero deben continuar la reparación otros 200 metros para llegar al punto de descarga que genera el brote de aguas negras que los afecta, un trabajo que puede tomarles entre dos y tres meses. Fue enfático al señalar que no existe otra manera de canalizar esas aguas y que solicitarán ayuda para controlar la contaminación.