A las 4:00 de la tarde del miércoles el fiscal 13 del Ministerio Público con competencia penitenciaria, habría enviado la comunicación a las oficinas de la Policía del estado Lara, a fin de iniciar el traslado de los privados de libertad que se encuentran penados y los procesados. La acción se ejercería luego de que la ministra para Servicios Penitenciarios, Iris Varela, aceptaría que los lleven.
A las 5:30 pm comenzaron a sacar a los detenidos de la comandancia de la 30 hacia los centros penitenciarios. Media hora después empezaron a recibirlos. El mismo procedimiento se ejecutó durante toda la noche, mientras que de los demás Centros de Coordinación Policial (CCP) los llevaban a la comisaría general para trasladarlos ayer desde la mañana.
El primer día llevaron 150 y ayer la cifra superó los 200, entre ellos 18 de Sanare y otros de Cabudare y Quíbor. Desde el Cuerpo de Investigaciones Científicas, Penales y Criminalísticas trasladaron a 70, desde la Policía Nacional Bolivariana sacaron a cuatro: tres hombres y una mujer, entre tanto desde la Guardia Nacional Bolivariana trasladaron a otros.
A los penados los llevaron hasta la Comunidad Penitenciaria Fénix y a los procesados al Centro Penitenciario David Viloria, mejor conocido como Uribana.
Ayer en la mañana los familiares de algunos reos se encontraban a las afueras de la comandancía de Polilara esperando algún tipo de información, pues desconocían por qué se estaba llevando a cabo el traslado, el cual muchos anhelaban, en vista de que de esta manera disminuye el hacinamiento y tendrán beneficios, como las visitas conyugales por lo que en muchas ocasiones se autoflagelaron.
A las 12:40 del mediodía de ayer llegó un camión de la policía regional con unos 20 detenidos, quienes les gritaban a sus familiares que se quedaran tranquilos, que estarían bien. “La cárcel no es para toda la vida”, vociferaban.
Los tienen aislados
Al llegar a la antigua Uribana, los privados de libertad fueron reseñados, después les cortaron el cabello, les colocaron el uniforme y los llevaron hasta el sector de aislamiento, donde supuestamente había un módulo vacío.
Allí pasarán un mes a fin de revisar sus expedientes y evaluar su comportamiento. También es una manera de que se “acostumbren” al nuevo régimen. Posteriormente serán ubicados en los respectivos módulos de acuerdo al delito.
“Es una bendición para ellos”
En las adyacencias de los centros penitenciarios estaban los allegados de los trasladados, “al final es una bendición para ellos”, comentó una de las mujeres presentes que esperaba publicaran la lista de quienes habían llegado.
“Mi esposo me mandó un mensaje anoche que fuera hoy a buscar sus pertenencias al CCP de Río Claro porque lo habían llevado para la 30 y de ahí los traerían pero ahora va a estar díficil la cosa porque no le dejan pasar ni comida. Nos dijeron que tenemos que vestirnos de blanco para visitarlos y eso será dentro de un mes”.
María Peraza, llegó desde Quíbor, donde su hermano tenía más de un año preso por el delito de droga, “allá los maltrataban a veces, cuando hacían requisas pero el director de aquí dice que los tratarán bien, aunque uno escucha que no es así. Él se quería venir pero hay que esperar un mes más o menos para ver qué nos informan”.
Los privados tendrán ahora sólo cinco minutos para comunicarse por teléfono con su familia, una sola vez al mes, “eso me preocupa mucho”, expresó una de las madres.