Fue el tema que abordamos en la IX Jornada de Gerencia Pública Jesús Rivero, organizadas recientemente por los amigos del Programa de Licenciatura en Desarrollo Humano, del Decanato de Humanidades y Artes de la UCLA.
Nada fácil en razón de la considerable escasez de referencias bibliográficas directas que desde el punto de vista de la gestión, sobre todo en el ámbito del nuevo paradigma, pudimos constatar a la hora de incursionar en el denominado “estado del arte”. No obstante, algunas de las ideas que guiaron las reflexiones, las enunciamos aquí como planteamientos, para promover el debate.
La necesaria contextualización presenta como trasfondo dos elementos centrales presentes en el análisis: la globalización, con todas sus implicaciones, y la postmodernidad, en tanto corriente cultural que alimenta en gran medida la discusión acerca de la denominada sociedad postindustrial, sociedad postcapitalista, sociedad red, y la revolución paradigmática que la acompaña y refuerza un cambio de época o período de transición, al iniciarse el siglo actual.
En las últimas décadas, asistimos al impacto, por ejemplo, que trajo consigo el surgimiento de la Teoría General de Sistemas en la totalidad de las ciencias, incluyendo a la Ciencia Administrativa y sus derivaciones terminológicas: la Gerencia y la Gestión, muy usuales en campos diferenciados inicialmente como el sector empresarial y el sector público, pero también con espacios de convergencia y complementariedad, hoy reconocidos. Tanto es así, que se postula una meta-teoría de las organizaciones, habida cuenta que la sociedad desarrolla sus actividades centrales por intermedio del Estado, las empresas y del denominado tercer sector, sociedad civil u ONGs. En la relación sistema-gerencia, se asume con propiedad que “todo se volvió un sistema” y que, a su vez, “todo es objeto de gerencia”, es decir, no hay actividad humana organizada que pueda prescindir de ambos. La condición estratégica que impregna los nuevos enfoques de la administración, gerencia o gestión es tributaria de la visión sistémica.
Los postulados de Thomas S. Kuhn, (La Estructura de las Revoluciones Científicas), fundamentan la consideración del Desarrollo Humano como un nuevo paradigma, en cuya configuración histórica se conjugan vertientes interrelacionadas: Desarrollo Sustentable o Sostenible, Desarrollo Social, y Desarrollo Endógeno, Territorial y Local. Entre sus principios, contempla: la equidad, la productividad, la participación o empoderamiento, la sustentabilidad y la seguridad. Los objetivos que persigue: el crecimiento económico, la equidad social, la protección ambiental y la responsabilidad institucional. (R.Franco Vargas, dixit).
Manejamos la hipótesis de un debilitamiento institucional en el proceso de consolidación del DH como nuevo paradigma. Entre otras evidencias: la CRBV (Artículo 299), consagra el Desarrollo Humano Integral. ¿Cuántas instituciones públicas lo asumen estratégicamente como filosofía de gestión? Muchos autores y empresas presentan la Responsabilidad Social Empresarial como una panacea. ¿Conocen la relación sistémica entre esta y el DH? El reto a asumir: el compromiso de todos en el combate a la pobreza, lograr crecimiento económico, preservar el ambiente, respeto a los derechos humanos y fortalecer las instituciones.
Planteamientos La gestión del desarrollo humano
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