Tres temporadas después de su vitoreado regreso al Barcelona procedente del Arsenal, Cesc Fàbregas vuelve a la Premier League. Ya es oficial que el centrocampista catalán jugará a partir del curso que viene en el Chelsea, equipo donde se encontrará con José Mourinho y por el que firmará hasta junio de 2019.
El Barça ha anunciado este jueves por la tarde, antes del inicio del Mundial, tal y como deseaban todas las partes de la negociación, lo que era un secreto a voces desde hacía días. No han trascendido cifras oficiales del traspaso, pero todo apunta a que las arcas culés se embolsarán 33 millones de euros más variables.
La voluntad de Fàbregas era marcharse en busca del hábitat que mejor ha explotado sus virtudes: el fútbol inglés. Pese a sus buenos guarismos (42 goles y 45 asistencias), ni Guardiola, ni Vilanova ni Martino lograron hacer de él un jugador imprescindible para el engranaje del Barça.
Ese hecho, sumado a su poca química con la grada del Camp Nou y a la preferencia de su pareja por vivir en Londres han propiciado un fichaje bastante beneficioso para las cuentas azulgranas. En 2011, Cesc fichó por 36 millones.
«Lo primero, quiero dar las gracias a toda la gente del Barcelona. He pasado tres años maravillosos allí, era mi equipo desde niño y ha sido un honor jugar en ese club. Siento que tengo cuentas pendientes con la Premier League, y es el momento de volver. He considerado todas las ofertas y creo que el Chelsea es la mejor opción», dijo el jugador a la web del Chelsea tras confirmarse el traspaso.
Mientras, en su comunicado oficial, el Barcelona agradece públicamente «la profesionalidad y dedicación» del jugador de Arenys de Mar. «El club siempre será su casa», concluye el breve escrito. Tras la confirmación de la primera gran venta azulgrana desde Touré Yayá, se espera que el próximo movimiento lo protagonice Ivan Rakitic,centrocampista croata del Sevilla que llegaría al Camp Nou para cubrir la vacante de Fàbregas.