Las lluvias que caen en la ciudad, además de traer frescura al ambiente, también representa problemas en los drenajes. A pesar de la advertencia de los propios ciudadanos, el Gobierno municipal no atiende esta necesidad.
Hace falta un exhaustivo mantenimiento en el sistema de drenajes de Barquisimeto, de lo contrario, seguirán las pequeñas y medianas inundaciones de vías muy transitadas.
Se trata del colapso que permanece, por ejemplo, en la carrera 21 entre calles 30 y 31, en pleno centro. Con cada aguacero, la vía se anega por completo y sufren consecuencias los locales comerciales de ese tramo.
“El agua llega hasta mi negocio; el alcalde Alfredo Ramos debe atender primero los drenajes, antes de hacer propaganda política, esa es la función que debe poner en práctica. La mercancía debo subirla en estantes para evitar que se dañen con el agua”, expresó José Maldonado.
En el este…
Mientras tanto, el este de la ciudad resulta afectado a la altura de la urbanización El Pedregal, específicamente, en la calle Yogore.
Una especie de “laguna” se forma hasta con la mínima llovizna. En este sentido, los vecinos solicitan la pronta acción de la Empresa Municipal de Infraestructura y Conservación del Ambiente (Emica) a objeto de revisar los desagües en la zona y determinar por qué no están funcionando de manera correcta.
“Pagamos impuestos a tiempo pero, a pesar de contribuir con el municipio, la alcaldía de Iribarren no gasta ni un solo bolívar en la mejora de los servicios públicos”, expresó Carla Pineda.
Aunado al problema de los drenajes, habría que revisar el estado de las calles, las cuales empeoran con las precipitaciones. “Los cráteres son muy grandes y con las lluvias aumentan todavía más su tamaño, por eso es recomendable que Emica haga una inversión completa y solucione nuestra necesidad”, añadió.
Familias en zonas de alto riesgo
Con las precipitaciones también se ponen en riesgo humildes familias de nuestra ciudad. EL IMPULSO informó acerca de hogares del sector dos del barrio La Peña, en la parroquia Unión, afectadas por lo cercano que están sus domicilios de la quebrada.
A pesar de las recomendaciones hechas por Protección Civil y también por parte de los Bomberos de Iribarren, las autoridades competentes no atienden a las peticiones del grupo de vecinos.
Lo primero que sugieren, es una limpieza de la quebrada debido a la abundante maleza y basura, “si las lluvias persisten, podría desbordarse la quebrada; nuestras casas podrían ser arrasadas por la corriente”, dijo Pedro Timaure.
A propósito de las casas, es necesario además proveerlos de viviendas dignas dado a los deterioros que presentan las estructuras familiares hechas a base de bahareque; están muy debilitadas por el transcurrir de los años y, de un momento a otro, pueden venirse abajo.