“Soy profeta en mi tierra”, expresó Jesús Pernalete Túa cuando le consultamos qué representa tener entre sus laureles a la Orden Jacinto Lara en su segunda clase.
El artista plástico mencionó “me llena de satisfacción porque creo que es posible ser profeta en nuestra tierra”.
Aseguró que esos proyectos que soñó estando fuera de Venezuela y en Caracas, durante su labor en el Museo de Arte Contemporáneo Sofía Ímber, pudo materializarlos en Barquisimeto a través del Centro de Arte Creatium.
“Todas esas iniciativas relacionadas con la educación a través del arte para formar mejores ciudadanos, mediante el manejo de los valores y las emociones han sido reconocidas. Me satisface que en mi tierra se me reconozca ese trabajo educativo dirigido a niños y jóvenes”.
Agregó que buena parte de ese logro se debe al apoyo de los diversos medios de comunicación, centros comerciales y espacios alternativos, los cuales abrieron sus puertas incondicionalmente.
“A pesar de la crisis-país que lleva más de 10 años, no fue difícil porque recibí todo el apoyo para dar a conocer mis ideas, mucha gente se conectó con esa visión, de eso hace ya diez años”.
El próximo año, adelantó, Creatium cumple su décimo aniversario. “Es muy valioso que las instituciones gubernamentales del estado Lara reconozcan ese trabajo, por un lado me satisface y por el otro me compromete mucho más. La idea es que uno pueda convertirse en ejemplo de lo que predica”.
“Ser ejemplo vivo de ese trabajo de liderazgo y ciudadanía es una gran responsabilidad”. La sociedad, dijo, tiene que reconocer el mérito y eso tenemos que hacerlo nosotros con nuestros niños, las instituciones con los personajes de la entidad larense, debe ser una práctica regular. “El reconocimiento es un antídoto frente al odio y la envidia, es un estímulo”.
Pernalete Túa aseguró que la constancia es la clave del éxito. “No perder la esperanza, aunque sólo lleguen tres personas a un taller de arte. Todos esperamos ser tomados en cuenta y cada uno tiene inquietudes particulares”.
En ese sentido añadió que los más pequeños, si bien no ejercen el derecho al voto, son ciudadanos que tienen cosas que decirle al resto de la sociedad.
“Creo mucho en la construcción de la ciudadanía desde la óptica de los niños, con sus sueños, inquietudes y madurez. Estamos frente a una generación que quiere decir muchas cosas, por lo que es preciso crear espacios para que sea escuchada y atendida. Los niños pueden impactar el resto de la sociedad a partir de las herramientas que les brindemos”.
El artista, además de su labor en Creatium, donde hoy día aborda el tema El valor que mueve a un país, también lleva a cabo los movimientos Esperanza Activa e Inspiración Movimiento Alternativo por la No Violencia (IMAN).