@yilales
Leer novelas, libros y todo lo que llegara a la casa, era casi que mandatorio, primero porque mi papá decía que lo único que se heredaba era lo que se aprendiera y en segunda instancia porque el único mecanismo de ser libre, en épocas en que no había Internet, era la lectura.
Entre esos textos, disfrutaba mucho de un psiquiatra metido a escritor, que fabulaba con la historia. De sus obras una, “Los Cuatro Reyes de la Baraja”, narraba la historia de cuatro personajes de la historia.
Los cuatro hitos que construyeron estos hombres: Venezuela, la educación, la Fuerza Armada Nacional y la democracia civil, son hoy una quimera producto de un grupo que se dedicó a destruirla entregándola de rodillas a un invasor, a sembrar el odio de clases y razas, a implosionar todas las bases de la estructura política y a destruir la educación.
Libre, gratuita y obligatoria
En nuestro país la educación es gratuita y obligatoria desde 1870 y es un derecho humano inalienable e intransferible, salvo otra interpretación de la Sala Constitucional que diga que no lo es o que debe ser limitado, y el Estado tiene la facultad de crear los servicios pertinentes para facilitar y mantener el acceso a todo tipo de educación.
Recientemente quien detenta el poder, decidió hundir el acelerador como si se tratase una carrera de Fórmula 1 y a la usanza de su camarada en la categoría, estrelló la educación contra las defensas, los morritos y las paredes de la sociedad, al implementar una consulta educativa que ha generado confusión en redes sociales y ha alertado a los padres sobre la educación de los hijos.
Aparentemente la consulta pretende alimentar dos proyectos diferentes: las políticas educativas para mejorar la calidad de la educación y el proyecto del diseño curricular.
Esta “Consulta Nacional por la Calidad Educativa”, es un bodrio muy inmaduro, que pretende algo así como que los hijos decidiesen en el proceso de crianza que los padres les deben dar.
Antihéroes y traidores
En medio de todo ese proceso que solo se puede dar en Revolución podrían haber empezado por preguntar a los marineros del patrullero oceánico de la bolivariana Armada “Warao”, que sí para evadir un bajo deben virar a estribor o a babor, a lo mejor así no encallaba en Recife.
Además los porteros y secretarias de los ministerios debieran decidir cuales son las acciones en materia petrolera, minera, turística o agrícola para que el Estado funcionase, dado los resultados obtenidos por quienes detentan las carteras ministeriales podría ser una decisión acertada.
Y finalmente plantearía que la servidumbre de la Casona, esa residencia presidencial invadida, decidiera quienes viven y como se administra, cuando y como se limpia y se come, aunque pareciera que eso no dista mucho de ocurrir.
Cuando Luis Beltrán Prieto desarrollo la idea del Estado docente, lo hizo en el entendido que lo dirigiría desde lo democrático. Instaurar un modelo único, exclusivo y excluyente, es violatorio de la Constitución y de los Derechos Humanos, pero que se puede pedir de quienes tienen un PHD en la materia.
Sí Francisco Herrera Luque viviera de seguro podría escribir una enciclopedia completa sobre los Antireyes de la Baraja: el destructor del país, el caudillo anticivil, el bárbaro de la educación y la resurrector de la guerra, todos reunidos en un solo personaje y de como una sociedad le obstaculizó, día a día, sus pretensiones hegemónicas.
Llueve… pero escampa