La actual situación de crisis que atraviesa el país, además de las condiciones que se arrastran desde hace tiempo, complican el ambiente en el cual se deben desenvolver las diferentes empresas e industrias instaladas en el territorio nacional.
A su vez, además de los problemas macro-económicos y sociales por los cuales atraviesa la nación, los industriales deben sortear los problemas locales, particulares en cada región.
El estado Lara, específicamente la ciudad de Barquisimeto, se ha caracterizado históricamente por haber brindado una especial ventaja a las empresas que decidieron instalarse en las zonas industriales, ya sea por su ubicación con respecto a la distribución de la ciudad y por ser un enlace entre el Centro, Occidente, los Llanos y los Andes del país. Sin embargo, en los últimos años, la situación actual, además de otras condiciones locales, como el riesgo de la expropiación de algunos privados en la Zona Industrial 0 (cero) y la I, ha hecho que los dueños de empresas se replanteen un mejor lugar para sus inversiones.
En este sentido, Luis Marín, presidente ejecutivo de la Cámara de Industriales en el estado Lara, ha indicado que, a pesar de lo descrito, aún existen lugares dentro del territorio nacional que aportan ciertas facilidades para la inversión, tal es el caso del municipio Peña, en el vecino estado Yaracuy.
Al parecer, según lo declarado por Marín, en dicho municipio se están brindando facilidades que han captado la atención de los empresarios otrora radicados en el estado Lara, en Barquisimeto. Plazos de pago, menos impuestos municipales, plazos muertos y una similar ubicación que permite conectar las diferentes zonas del país desde un acceso más directo como la autopista Cimarrón Andresote, son las cualidades que están “enamorando” a los inversionistas.
Además de las ventajas ofrecidas en dicha localidad, se suma la posibilidad de la reforma del Plan de Desarrollo Urbano Local que rige las zonificación de la capital larense, el cual se encuentra en la fase de consulta popular y que, de ser modificado, podría transformar las zonas industriales 0 y I en lugares residenciales. Esto representa una falta de seguridad jurídica para los nuevos inversores y para aquellos que pudiesen tener planes de reinvertir en sus pertenencias dentro de dichos límites. “Varias empresas me han llamado por el miedo que existe en el cambio de esas zonas porque quieren hacer inversiones y están en riesgo”, comenta Marín, “hay construcciones de galpones inmensos, están en riesgo, y eso no es bueno”.
Para Marín, aunque la modificación del PDUL aún se encuentra en consulta a los sectores populares, y dicha fase se prorrogó por 60 días más, la sola mención de una posible modificación de este plan de desarrollo, hace que los inversionistas tomen sus reservas a la hora de ‘desembolsillar’ recursos por concepto de inversión. En contraposición, en el municipio Peña, las condiciones no sólo se limitan a los incentivos por parte de la municipalidad en condiciones fiscales, sino que se ha declarado la voluntad de una garantía para dichas empresas que decidan radicarse allí.
El máximo representante de los industriales en Lara expresó que la intención de los agremiados que representa no es ir en contra de quienes tienen derecho a una casa digna, “como han señalado algunos políticos”, sino que se estudien zonas en donde se podría llevar adelante los planes residenciales sin menoscabar el derecho que tienen los empresarios y los empleados al trabajo. “Existe, por ejemplo, la zona de compresión, en el centro de la ciudad, que permitiría construir muchas casas en un lugar reducido, con servicios consolidados, sin tocar las áreas destinadas a las zonas industriales”. Recordó que son las empresas ubicadas en dicha zona las que aportan dinero a las arcas municipales por concepto de impuestos y, además, emplean a un numeroso grupo de personas que son sustentos familiares.
Por su parte, Marín también mencionó el escaso desarrollo de grandes empresas que ha existido en dichas zonas industriales, y recordó el cierre de la empresa Brahma, donde se perdieron un aproximado de 400 puestos de trabajo. Según el especialista, esta situación se limita a la falta de materia prima para mantener la producción de las grandes industrias, y la falta de materiales, así como la permisología necesaria, para finalizar las construcciones de las nuevas empresas.
Señaló que, en los últimos años, se ha registrado un crecimiento de los agremiados en la cámara en parte por el repunte de las empresas pequeñas y medianas. En promedio, en las zonas industriales 0 y I, existen 380 empresas. En la Zona Industrial II, existen alrededor de 300 empresas, y la tercera de las zonas industriales, sostiene a diversas empresas y al Mercado Mayorista de Barquisimeto.
Servicios básicos: un dolor de cabeza
Luis Marín, presidente ejecutivo de la Cámara de Industriales en el estado Lara, explicó que el estado en el que se encuentran los servicios básicos dentro de los límites de las zonas industriales, debería ser el tema que, con más urgencia, traten las autoridades municipales.
De esta manera, el servicio de la recolección de la basura y del servicio del agua potable, son señalados por Marín como los más deficientes. En el caso de la basura, “existen zonas por donde no han pasado desde hace meses para recogerla”. Sobre el agua potable, Marín señala que, algunas empresas solo reciben el servicio una vez por semana, obligándolas a contratar servicios de cisternas privados. “La alcaldía y el Concejo Municipal deberían mejorar los servicios para que los empresarios se concentren en lo que saben hacer, que es la producción”.
Además, el representante de los industriales señaló las condiciones del asfalto en las avenidas y calles de las zonas, en donde, esquivar un hueco hace “blanco fácil” a los trabajadores, quienes además corren riesgo de su seguridad personal debido a los índices de robos que se registran allí.
Faltan recursos
Al ser consultado por las promesas recibidas por parte de algunas instituciones políticas, sobre el mejoramiento de las condiciones de las zonas industriales, Luis Marín expresó que, la alcaldía de Iribarren habría iniciado la activación de Condibar, quien es el ente encargado de velar por las condiciones de dichas zonas. Inclusive, señala Marín, dicho organismo lo integran representantes de la Cámara de Industriales y de los trabajadores. A su vez, con el problema de los servicios de agua potable y aguas negras, Marín dijo que existe un plan por parte de Hidrolara para mejorar todo el sistema.
Cualquiera sea el caso, el representante de los industriales señala que el mejoramiento de las condiciones que adolecen las zonas donde operan dichas empresas pasa por una inversión que no puede ser costeada por ningún organismo local ni regional. “El deterioro de las zonas (industriales) es tal que se necesita de mucho dinero para reparar lo afectado”. Sobre la alcaldía, puntualizó que se ha mejorado el asfalto en algunas zonas, lo mismo que con la red de cloacas, sin embargo dista mucho de ser una condición óptima.
Marín recalcó que los problemas que padecen en dichos sectores no se notan debido a la baja producción que tienen las empresas, debido a problemas del sector económico y de abastecimiento, lo que no permite dar el máximo de capacidad.