En ocasiones, cuando entrevistamos a una figura pública, reconocida y famosa, solemos tener cierta predisposición a toparnos con alguien de difícil acceso, y si ese personaje es un deportista, la cosa se pone aún más complicada, porque estos suelen ser de poco hablar, con oraciones breves y casi cortantes. Sin embargo, esta vez quebramos el molde, pues el protagonista de este cuento es un ser encantador, un tanto tímido, pero muy simpático, de respuestas concisas pero suficientes, de ojos que dicen más que mil palabras y sinceridad a flor de piel.
Su altura, es directamente proporcional a su bondad y su sonrisa, amplia y casi involuntaria, es contagiosa hasta más no poder. Su destreza en la cancha es perfectamente comparable con su buen desempeño como padre, mientras que su pasión por el fútbol, es tan infinita como el amor que siente por su familia. Dulce, humilde y de buen corazón, de trato suave y personalidad serena, educado y bien hablado.
Por estas y muchas razones más, admiramos al medio campo del CDL, quien hoy, de mil amores y con la mayor disposición del mundo, nos hace el honor de compartir con nosotros montones de experiencias vividas sobre el engramado, anécdotas de un futbolista profesional que, después del pitazo final, se convierte en el orgulloso padre de dos príncipes azules que le hinchan el pecho de amores y le rebozan la vida de alegría. A continuación, la historia de un ídolo del ídolos.
Así nació el número 21
A los 5 años, una pelota de fútbol era su juguete preferido. A los 10, la historia seguía siendo la misma. A los 17, lo que empezó como un juego se hizo formal, y al tiempo, su esfuerzo dió frutos y se tiñó con los colores del equipo de su ciudad natal, el Deportivo Táchira.
Así, siendo apenas un adolescente, Edgar logró materializar el sueño de muchos, al convertir su pasión en un estilo de vida, logrando obtener el pan diario haciendo, literalmente, lo que más le gustaba, sin importarle los sacrificios que debía enfrentar a partir de ese momento y asumiendo con valentía cada uno de los retos venideros.
Con el tiempo, las rayas rojas y negras de la camiseta del Depor se convirtieron en una suerte de segunda piel, mientras que el estadio Metropolitano de Cabudare comenzó a parecerse cada vez más a un hogar, ese en el que la hinchada del “Huracán” corea, alto y fuerte, un apellido de trayectoria futbolera que lo hace agradecerle a Dios por llevar en sus venas la sangre de esa familia en la que un balón, y un poco de grama, son más que suficientes para sacar a relucir la casta.
El papá de “Cesco” y “Matt”
Hogareño al 100%. Amante de su familia y de los ratos que comparte con ella. Mitad alcahueta y mitad estricto. Tan amoroso y juguetón que, sin importar cuán cansado esté, llegar a casa es sinónimo de compartir con su esposa y ese par de muñecos que, después de cada juego, esperan ansiosos el momento de abrazarlo, ver tele a su lado o patear balones juntos.
“La faceta de ser padre es hermosa. Mis hijos son mi vida, lo mejor que me ha pasado y la bendición más grande que me ha dado Dios. El mayor, de 5 años, se llama Franceso, es tremendo, muy cariñoso y sentimental, bastante apegado a mí y súper dinámico. El menor tiene 3 y su nombre es Matteo, es un poco más tranquilo e imparcial entre su mamá y yo, muy amoroso, menos tremendo y más cacique. Se aman con locura y pelean poco…. Yo los disfruto al máximo, trato de estar presente en cada uno de sus momentos importantes y de hacer todo tipo de actividades con ellos”.
Con una sonrisa de oreja a oreja y los ojos llenitos de orgullo, nos contó que cuando nació Cesco no sabía cómo ser padre, tenía muchas expectativas y se preguntaba qué debía hacer para convertirse en el mejor papá del mundo, ese que hoy se define a sí mismo como muy consentidor, aunque confiesa que en ocasiones se ve obligado a “apretarlos” un poco para enseñar a sus chamos a ser ordenados, responsables y obedientes, a estudiar primero y jugar después, a cuidarse entre ellos y a hacerle caso a mamá.
Información: @perezgreco21
De miras a Brasil 2014
¿A qué equipo le vas?
Soy de la Vinotinto, pero creo que Brasil, por estar en su casa, es un gran favorito.
¿Quién crees que será el jugador estrella?
Considero que este será el mundial de Neymar, él lo tiene todo
¿Qué equipos podrían disputar el mejor partido?
Uno suramericano y otro europeo siempre hacen buenos partidos. Podrían ser Argentina y Alemania
¿Qué oncena crees que pudiese ser la sorpresa de Brasil 2014?
Ojalá que sea algún equipo africano
Para Pérez Greco, ¿Cuáles serán los 4 equipos de la semifinal?
Brasil, Argentina, España y algún africano
Desde su corazón
¿Qué representa la esférica para ti?
La pelota es mi vida, lo es todo, sin ella no existiría el fútbol. Hay que tratarla bien y patearla con cariño.
¿Qué sientes cuando pisas el engramado?
Aunque tengo muchos años como profesional, todavía siento mucha adrenalina y nerviosismo antes de salir a la cancha, el día que deje de sentirlo no jugaré más fútbol.
¿Cuál sería tu partido soñado?
Llegar a instancias finales de una Copa Libertadores y jugar contra el Fluminense de Brasil en el estadio Maracaná.
¿Cómo describirías la sensación de meter un gol?
Realmente es lo máximo. Es el resumen de todo tu trabajo, el desahogo de la tensión, tu esfuerzo reflejado en un momento de gloria de 3 segundos.
¿Qué se siente vestir la casaca vinotinto?
Es lo mejor del mundo, una emoción inmensa, la consolidación de un sueño. Poder representar a mi país, y a casi 30 millones de personas, es una grata responsabilidad.
“Parece que mis hijos heredaron la vena futbolera y eso es una gran emoción. Sin embargo, si deciden dedicarse a otra cosa, yo los apoyaré al 100%”
“Mi mejor momento como futbolista lo viví con el Deportivo Lara, en la temporada 2011 – 2012, cuando fuimos campeones absolutos y yo fui el mejor jugador del torneo”
“A veces le pido a mis hijos que le den un beso a los guayos antes de salir a jugar. El cariño con el que lo hacen me inspira a dar lo mejor de mí en cada partido”