Los cortes de energía que se producen de forma continua en varios sectores del país, incluyendo el estado Lara, se deben a la falta de generación eléctrica que dispone el sistema nacional (SEN), a través de su empresa Corpoelec. Con esta afirmación coinciden los trabajadores de la empresa estatal, así como especialistas en el tema eléctrico con un vasto recorrido en la materia.
Según la versión de quienes dicen conocer cómo funciona la empresa encargada de abastecer de energía al país, existe una capacidad de generación a nivel nacional que no satisface la demanda diaria que exigen los venezolanos, lo que conlleva a que, desde Caracas, capital del país, se giren instrucciones para que el servicio sea racionado en diferentes zonas con el objetivo de ajustar el déficit. En este sentido, Luis Vásquez Corro, ingeniero electricista, docente universitario, asesor de Fedecámaras en el tema eléctrico y uno de los especialistas en la materia encargado de entregar informes al Colegio de Ingenieros sobre este problema, explicó que, actualmente, Venezuela tiene una capacidad instalada de generación de energía de unos 29.000 Megavatios (Mw), de los cuales, poco más de 15.000 se encuentran al servicio de la población y surten de energía al país. Sin embargo, la demanda que requiere la población es de 17.800 Mw diarios, por lo que supone un déficit de entre 1.800 a 2.000 Mw cada día.
El Sistema Eléctrico Nacional, según Vásquez Corro, se alimenta de un sistema hidráulico que tiene una capacidad de generar hasta 15.000 Mw, de los cuales, sólo 5.000 se encuentran operativos. La generación de energía se completa con la que se realiza a través de sistemas térmicos, impulsados por combustibles fósiles, y que generan alrededor de 10.000 Mw.
En el estado Lara, la demanda diaria de energía es de 850 Mw, mientras que la generación de energía no supera los 240 Mw por día con el funcionamiento de las plantas termoeléctricas ubicadas en las zonas industriales de la ciudad de Barquisimeto. Debido a este déficit (de unos 610 Mw aproximadamente), según el especialista, el estado se ve en la obligación de pedir energía al sistema central ubicado en la represa de El Gurí o aquella que proviene de Planta Centro, en la población de Morón, del estado Carabobo. Sin embargo, el estado Lara no es el único con este déficit, las demás regiones también hacen estos requerimientos para suplir su falta de generación, por lo que, desde la capital, giran instrucciones para que en las diferentes localidades “boten carga”, término acuñado a los cortes eléctricos que se dan en las diferentes zonas, como forma de equiparar la demanda al déficit de generación, “de allí que veamos avenidas con los postes apagados, comunidades sin luz por dos horas o más en las poblaciones de los municipios foráneos y zonas residenciales de la capital del estado”, explica Corro.
Para el especialista, el problema detrás de esta situación se refiere a una falta de planificación por parte de las autoridades competentes, “hemos abierto las puertas del colegio y de los más de 35 mil ingenieros electricistas pero no hemos recibido respuestas por parte del Estado”. Más allá de mejorar la situación, Vásquez Corro explica que, como ya está sucediendo en algunas partes del oriente del país, el lapso de los cortes eléctricos impuestos desde Caracas, podría alargarse hasta en períodos de 4 a 6 horas, “no hay una planificación que permita mejorar el sistema eléctrico nacional”. Sobre los estándares internacionales, el especialista comentó que el país se encuentra lejos de las planificaciones que tienen otros países, donde se prevé una holgura entre 10 al 20% de generación eléctrica que permita suplir la carga cuando existe un problema con la generación o distribución de la energía.
En días pasados, Jesse Chacón, ministro de Energía Eléctrica anunció el cambio en el tabulador que rige las tarifas para el pago del servicio de consumo de energía. Sobre este tema, Corro explicó que la generación de un Kw/hora cuesta 6 bolívares, sin embargo, los usuarios nacionales pagan alrededor de 0,15 bolívares por cada Kw/hora consumido. “Este pago implica el financiamiento del Estado al servicio de energía, pero aumentarán un servicio que es deficiente”, explicó.
Constantemente, los medios de comunicación reciben notas de prensa desde la empresa Corpoelec, donde advierten las interrupciones que habrá en el flujo de energía durante ese día. Corpoelec lo llama “plan de mantenimiento”, y se explica, con detalle, las zonas residenciales donde no contarán con el servicio. “Existen tres formas de mantenimiento, el predictivo, preventivo y correctivo”, dice Corro, “los dos primeros se anuncian con antelación y no se hacen de noche por la falta de movilidad que esto conlleva”. Además, explica Corro, el mantenimiento no se hace en la misma zona varias veces a la semana, porque “el servicio es muy noble y resiste”.
Sobre la suspensión del envío de gas natural por parte de Colombia, Corro atribuyó la decisión a una planificación por parte del Estado colombiano por la inminente llegada del fenómeno El Niño, previsto para el mes de septiembre. Señaló que la decisión se debe al interés por parte del país vecino de cuidar las reservas de aguas con las que cuentan para hacerle frente a la sequía que se prevé afecte en este período. Con el gas que se deja de enviar a Venezuela, Colombia pone a funcionar las plantas termoeléctricas con las que cuenta para satisfacer la demanda de energía que requiere el país, “dejan de recibir las ganancias que genera la venta, pero están asegurando el abastecimiento de agua para la época que se aproxima”. Diferenció esta situación a la venezolana y la comparó, de igual forma, con la que se vive en Panamá. “En ambos países se han tomado las previsiones sobre el fenómeno”, advirtió.
Múltiples irregularidades
Mario Briceño, actual secretario general del Sindicato de Trabajadores de la Industria Eléctrica y sus similares del estado Lara (Sitiele), explicó las condiciones en las que se encuentran los trabajadores de dicha empresa estatal. Briceño señaló que, en la actualidad, esperan por “el visto bueno” del Presidente de la República, Nicolás Maduro, para que el salario del trabajador de menor nivel dentro del tabulador de la empresa pase a ganar un sueldo y medio mínimo (unos 6.200 bolívares), como se establece en la contratación colectiva, lo que afectaría cada escalafón de los empleados de dicha compañía, que en la actualidad «están solapados» por los recientes aumentos en los salarios mínimos.
El máximo representante del sindicato, explicó que la dotación de insumos a los trabajadores sigue siendo el principal problema. Según lo declarado, recientemente se obtuvieron 90 pares de botas dirigidas al cuerpo operativo de la empresa, de 500 a 600 trabajadores que componen esa área, y casi 2.500 del universo total en el estado Lara. El déficit se extiende a los uniformes, debido a la escasez de tela que existe para satisfacer la necesidad de los más de 20 mil trabajadores en todo el país, y con el déficit de recursos con los que cuenta Corpoelec para pagar dicha deuda. «No hay franelas ni pantalones», dijo Briceño, quien explicó que se llevó a cabo una recopilación en todos las fábricas del país para, por lo menos, entregarle una franela y un pantalón a cada trabajador, «cuando lo normal sería 5 de cada pieza, uno por día trabajado a la semana».
Sobre las condiciones del recurso técnico, Briceño comentó: «seguimos con escasez en los almacenes…, no hay dotación. Un 30% de la flota de los vehículos están en mal estado, estamos esperando unos vehículos nuevos que prometieron y que no han llegado. Además, los almacenes donde deben ir los repuestos del sistema están sin llenar».
Sobre la posibilidad de un racionamiento del flujo eléctrico, Mario Briceño, explicó que se mantiene «porque la empresa necesita bajar la carga (botar carga, según lo explicado por Luis Vásquez Corro).» Además, comentó que desde Caracas se les notifica qué cantidad de carga deben liberar para equiparar el déficit con la generación. Explicó que, en la actualidad, no existe una programación en los cortes eléctricos como hace algún tiempo, porque, de esta manera, se estaría aceptando un racionamiento. “Quieren hacer parecerlo como si fuese mantenimiento”.
