Al margen de que Maduro “pateara” el diálogo obedeciendo instrucciones precisas de Diosdado… la opción del diálogo sigue estando allí. Dijo Diosdado que “un verdadero revolucionario es el que jamás negocia con el enemigo”. ¡Carajo! piensa uno, una de dos: O son parte de ese extremismo que entiende la política como “el exterminio del otro” o es una manera oportunista de apelar a los sentimientos más primitivos del camarada fanatizado por los extremos del conflicto para atacar o intentar destruir a los líderes de la alternativa que se le opone. Lamentablemente, palabras más, palabras menos, hay un buen número de compatriotas del campo democrático que hacen suyos mensajes parecidos. No son la mayoría. Las encuestas registran 77% de apoyo a que la MUD acudiera al diálogo.
Por supuesto que semejante conseja es falsa. La verdad histórica es exactamente la opuesta. Los verdaderos líderes, en los cambios trascendentes en sus países y en sus tiempos son aquellos que han tenido la capacidad – cada uno con su estilo y sello personal – de combinar sabiamente el coraje del corazón ardiente con la serenidad del cerebro. Los que comprendieron que luchar es acción, organización, coraje, pero también es promover o participar en procesos de diálogos con el adversario, incluso cuando el tamaño de las diferencias, de los atropellos los hacen más duro de tragar. Podríamos decir, entonces, rebatiendo la conseja con la que iniciamos este “Sin tregua”, la cual usó Diosdado para chantajear a Maduro y levantarlo del diálogo, que un verdadero líder es el que lucha sin desmayo y que también sabe cuándo y cómo conversar.
Revisemos. Vietnam y EE UU. Sin importar el bando con el que usted se identifique, las simpatías o rechazos que tenga por las partes en conflicto, ambas asumieron el rol extremo de la política: la guerra. Pero ambos dialogaron, negociaron. En plena guerra, con miles y miles de muertos, episodios atroces, desarrollaron por ¡5años! Las conversaciones de paz en París. No era, pues, un diálogo “entre panas”. Luego, ¿era Ho Chi Min un traidor o colaboracionista? ¿Eran Nixon o Kissinger unos “comeflores”? ¿Alguien imagina a un vietnamita reclamando: “mientras ustedes dialogan, aquí nos bombardean”? Obvio. Esas conversaciones eran parte de la lucha. Y mire usted que tenían cien motivos gruesos y graves para pararse de ese diálogo y mandar todo al zipote.
Lech Walesa y su Movimiento Solidaridad dejaron huella en la historia. Lucharon, hicieron huelgas, sufrieron represión e incluso prisión…avanzaron y retrocedieron, pero también conversaron con las autoridades comunistas polacas. Al final, conquistaron una solución pacífica: elecciones y, por esta vía, el fin del sistema comunista. ¿Fue Walesa un colaboracionista? ¿Cómo calza todo esto en que “con un enemigo no se dialoga? Coraje y sentido común. Ambas cosas tuvieron los líderes del Movimiento Solidaridad para conquistar la democracia.
Mandela. ¿No dialogo Mandela? Y mire usted que si hubiese sido intransigente y radical extremista habría sido humanamente comprensible. ¿Negociar con los autores de los horrores del aparheid y con los que lo tuvieron en prisión por casi 30 años? Pues sí. Como ahora todos reconocen y saben, fue lo inteligente. Y lo correcto. No era cuestión de “San Mandela”. Era la llamada política con “P” mayúscula. Volveremos sobre el tema.
Sin tregua – ¿Y el diálogo (1/2)
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