Capitalismo lunar Cualquier cosa menos serio

La seriedad supone siempre la plena conciencia que podamos demostrar sobre la gravedad, severidad o dificultad de una situación. Puede implicar ciertamente el cumplimiento de normas, reglas o costumbres, pero es ante todo una conducta, una actitud que solemos esperar de alguien, en función de nuestra percepción sobre su rol social, político o económico.Digo esto, porque si existe alguna certeza sobre el actual gobierno, es precisamente su falta de seriedad.
No puede ser serio un gobierno que declare que las restricciones de boletos y vuelos de Venezuela hacia el resto del mundo, se deben al Mundial de Fútbol de Brasil, y no a la cuantiosa deuda en divisas que Maduro pareciera no querer pagar a las aerolíneas. No puede ser serio un gobierno que responda a cualquier queja, crítica o reclamo de algún actor o sector del país, descalificándolo, criminalizando esa queja, y haciendo una cadena de radio y TV con “representantes” del sector aludido pero uniformados de rojo. No puede ser serio un gobierno que empezando el 2014 prometió que el tipo de cambio se mantendría en 6,30 Bs por dólar todo el año, y que a los pocos meses ha aplicado una fuerte devaluación y habla de restringir y encarecer mucho más las divisas.
No puede ser serio un gobierno que regala a manos llenas nuestros recursos a países vecinos, especialmente a Cuba, para mantener una peculiar “lealtad” en foros internacionales, mientras los hospitales y centros asistenciales del país no tienen insumos ni reactivos, y cuando todos los enfermos o pacientes con alguna dolencia crónica o severa sienten una sentencia de muerte ante la escasez de medicamentos y tratamientos por el aludido cerco cambiario.
No puede ser serio un gobierno que ocupe todo su tiempo y el de su aparato burocrático-militar-judicial en perseguir, enjuiciar a dirigentes o actores políticos, sociales o sindicales “incómodos” por la defensa de derechos o el ejercicio de la protesta, reprimir y encarcelar a estudiantes, mientras niega cualquier violación de derechos humanos, y el hampa instaura un gobierno del crimen y el delito de facto en cada rincón de Venezuela.
No puede ser serio un gobierno que pide diálogo, reconocimiento pero no exhibe señales o acciones que den fe de tal supuesto.
No puede ser serio un gobierno que conociendo la realidad o veracidad de la crisis económica, de la inflación, de la escasez que sus propias decisiones o indecisiones han ocasionado, se niegue a reconocerla y viva para señalar a culpables externos, conspiraciones o planes magnicidas.
No puede ser serio un gobierno que aliente la impune inacción contra el hampa, y cuyo TSJ diga que va a dedicarse a revisar las letras de canciones de reguetón.
Por eso y más, el actual es un amago, un intento, una aproximación, una caricatura de gobierno, pero sin lugar a dudas, es cualquier cosa menos serio.
@alexeiguerra