Para recordar: “… le daré… de la fuente del agua de la vida” (Apocalipsis 21:6)
El agua sigue siendo tan importante como la vida misma: Sin agua, no habría vida. Se nos recomienda que tomemos unos ocho (8) vaso diarios. Recordamos aquella publicidad de una hidrológica que decía: “¡El agua es vida, no la malgastes!”. Por todo lo anterior, al preciado líquido debemos cuidarlo o protegerlo y utilizarlo correctamente. Hay quienes plantean que habrá una guerra por el agua. Tal vez, pero no es el fin.
Gracias a un tío, el Licenciado Eliseo Ramón González S., nos enteramos de la noticia, que el Estado de Israel, logró extraer agua fresca del aire y estimaron el siguiente cómputo: “Un kilómetro cúbico de aire contiene entre 10 y 40 toneladas de agua potable. Y esto basta para abastecer las necesidades de por lo menos 100 mil personas”. Corroboramos la noticia en Internet, como: “Agua limpia a través del aire”.
En el mismo sentido, Miguel Castañeda y Joel David Chirinos, nos plantearon hacer un contacto con el profesor Hildebrando Arangú, quien es un experto en agua. Tiene estudios superiores en ambiente y es gran ecologista; aunque no pudimos hablar con él, nos place saber que nuestro estado Lara tiene personas de alta valía en este tema.
Hace poco, Barquisimeto y varios municipios del estado Lara, a partir del 15 de mayo, del año en curso, y por más de diez (10 días), sufrimos la ausencia del vital líquido; debido a una avería del tubo matriz y tal ausencia, nos obliga valorar lo que significa no tener agua, sin embargo, ocurrieron una serie de incidentes que esperamos no se repitan: 1) Los camiones cisternas no dieron abasto ante la multitud necesitada. 2) Otros abusaron con la venta en cisternas o agua mineral. 3) Tampoco avalamos, quienes secuestraron algunos de estos camiones y por ello, murió una señora de la Macías Mujica (ver: www.laprensalara.com.ve, 23/05/2014).
4) Los amigos del Cuerpo de Bomberos, al mando de su comandante Steven Castillo, al principio fueron prudentes cuidando el agua, y ante la falla tan prolongada, se convirtieron en una parte salvadora para una numerosa población necesitada. 5) Algunos utilizaron hasta aguas en mal estado. 5) Otros rompieron un tubo para obtener agua. 6) Hubo quienes se valieron de agua de lluvia, tal vez, mal almacenada. 7) ¡Por fin! El servicio fue restituido poco a poco.
En estas condiciones, adquieren valor las palabras de Jesús, el Hijo de Dios, quien aprovechando la carestía de agua, en su tiempo, sacó lecciones que llenan la sed espiritual que padece la humanidad, tal como lo hizo con la mujer samaritana (Juan 4:10).
Por su parte, el profeta Jeremías reclamó al pueblo que dejaron a Dios (a Jesús) y cuando eso sucede se cava en cisternas rotas (Jeremías 2:13); el profeta Juan, tal como lo dijo el salmista David, señaló: “Pues el Cordero en medio del trono los pastoreará y los guiará a manantiales de agua de vida…” (Apocalipsis 7:17).
En la tierra nueva, Jesús mismo nos dará de su agua (Apocalipsis 21:6). Y así como nos “desesperamos” y con razón, por el agua, conocida como H2O ¿Cuánto deberíamos valorar el “Agua” (las palabras de Jesús) que calman nuestras necesidades espirituales? En la Biblia están registradas esas palabras de esperanza, de vida eterna y el Único que nos puede ofrecer el Agua de la vida es Jesús, nuestro Señor.
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