El presidente venezolano Nicolás Maduro comentó el martes que solicitará una explicación oficial a Washington en relación a un supuesto plan de golpe de Estado y magnicidio que estarían preparando sus adversarios locales y en el que, según él, estarían implicados altos funcionarios del gobierno estadounidense.
«Orienté al canciller Elías Jaua… que oficialmente pidamos explicaciones al Departamento de Estado de todos estos elementos que comprometen a funcionarios del más alto nivel en el plan» para el presunto asesinato, dijo el mandatario tarde en la noche del martes en su programa de radio y televisión «En contacto con Maduro».
«Podemos exponer al Departamento de Estado de estos elementos que comprometen a funcionarios de alto nivel en el plan para asesinar al presidente», indicó.
«Tenemos buena asesoría de bufetes y abogados honestos del mundo (para) iniciar acciones de carácter judicial en los tribunales de los Estados Unidos», expresó sin dar detalles.
«Mi gobierno está a la orden para aportarle las pruebas (…) de cómo altos funcionarios del Departamento de Estado alientan la locura de la extrema derecha golpista y magnicida de Venezuela», dijo Maduro, quien aseveró que es necesario que el gobierno estadounidense aclare «si es una participación… por vías oficiales», o no y «que explique por qué aparecen estos nombres y otros elementos» en relación el complot.
El alcalde oficialista Jorge Rodríguez presentó en mayo un presunto correo electrónico de marzo pasado en el que la ex legisladora María Corina Machado mencionaba al embajador de Estados Unidos en Bogotá, Kevin Whitaker, y aseguraba que el estadounidense «me reconfirmó el apoyo e indicó los nuevos pasos. Contamos con una chequera más fuerte que la del régimen para romper el anillo de seguridad internacional que ellos mismos han creado».
El dirigente solicitó al gobierno de Estados Unidos aclarar si sabía de las acciones de Whitaker o si el funcionario actuó por su propia voluntad.
Jen Psaki, portavoz del Departamento de Estado norteamericano, dijo el 29 de mayo a la prensa que las acusaciones hechas desde Caracas eran «falsas» e «infundadas», e indicó que el gobierno venezolano intenta distraer sus acciones culpando a Estados Unidos u otros miembros de la comunidad internacional.
Maduro ha denunciado durante su primer año de gobierno unos cinco planes de magnicidio y más de una decena de actos de sabotaje y complot. La oposición ha desestimado esas denuncias por considerar que forman parte de una estrategia del oficialismo para distraer la atención de los venezolanos de los graves problemas que padece el país.