«Los crímenes violentos son generalizados, tanto en Caracas como en el interior de Venezuela», remarca la alerta de viaje emitida hoy por el Departamento de Estado de los EEUU, en la que previene a sus ciudadanos sobre trasladarse al país caribeño. También hace hincapié en la violencia, los plagios y el narcotráfico en la frontera con Colombia.
«Los criminales comunes están cada vez más involucrados en secuestros, ya sean tratando directamente con las familias de la víctimas o vendiéndolas a grupos terroristas», agrega. La inseguridad en Venezuela, que tiene una de las tasas de homicidio más altas del mundo, es realmente preocupante, según el documento.
Como recomendaciones, señala que los estadounidenses en Venezuela deberán permanecer «vigilantes en todo momento», especialmente al salir de sus casas, hoteles o coches, e insta «a viajar en grupos de dos o más personas siempre que sea posible». Informa, asimismo, que los robos y secuestros en las carreteras son «comunes», por lo que debe evitarse viajar de noche y «siempre hacerlo con las puertas cerradas».
La nota del gobierno estadounidense advierte, además, que las «frecuentes manifestaciones» iniciadas en febrero, tanto a favor como en contra de la gestión de Nicolás Maduro, pueden suponer un «riesgo para la seguridad», puesto que «no son anunciadas de antemano» y ha habido «reportes de uso de armas de fuego» en ellas.
EEUU recomienda a sus ciudadanos permanecer «vigilantes todo el tiempo» en caso de viajar a Venezuela.
En caso de ser sorprendido por una marcha, el Departamento de Esta sugiere «abandonar el área». Desde febrero, la nota cifra en al menos 42 los fallecidos en relación con protestas, contraprotestas o medidas tomadas por las fuerzas de seguridad. También hay miles de heridos, mientras que centenares fueron detenidos.
La situación de ebullición política y social ha sido motivo de preocupación del gobierno de Barack Obama, que permanece atento a la evolución del diálogo entre Maduro y la oposición para encontrar una solución a la crisis política. Por el momento, sin embargo, la subsecretaria de Estado para Latinoamérica de Estados Unidos, Roberta Jacobson, descartó la aplicación de sanciones.
«Las sanciones son herramientas útiles en algunos momentos, pero no creemos nosotros que ahora sea el momento. Ésa es la posición ahora, pero vamos a ver, necesitamos movimiento en el diálogo», subrayó este miércoles en una rueda de prensa en Asunción, donde asiste a la 44 Asamblea General de la Organización de Estados Americanos (OEA).
El secretario general de la OEA, José Miguel Insulza, pidió el martes a la comunidad internacional apoyar el diálogo en Venezuela «sin presiones ni sanciones», al inaugurar Asamblea General del organismo en la capital paraguaya.
La semana pasada la Cámara de Representantes estadounidense, de mayoría republicana, aprobó el proyecto de ley de sanciones, que congelaría los activos y prohibiría la entrada a los EEUU de determinados funcionarios venezolanos. El Comité de Relaciones Exteriores del Senado ya había aprobado un proyecto similar.
