Derechos humanos II

Decíamos que los derechos humanos son inherentes a la persona humana. Basta ser persona para que todos los derechos humanos deban respetársele a un ser humano. Los derechos humanos vienen junto con cada ser humano, en su naturaleza. El gran santo Juan Pablo II, apóstol de los derechos humanos y quien sufriera la violación de sus derechos y los de sus compatriotas, tanto por la crueldad del nazismo como del comunismo, señala que no sería necesario que legislación alguna los proclamara y aprobara, para que existieran, porque los mismos están dentro de la naturaleza humana.
El ser humano, por haber sido creado por Dios, detenta una dignidad enorme que concede esa condición de hijos de Dios. Y aún los no creyentes, incluso los que renieguen de Dios, todos, tenemos adheridos a nuestra naturaleza humana, la condición de hijos de Dios. Por supuesto, ha dicho Juan Pablo II, muy bueno que los tratados internacionales, las constituciones, las legislaciones nacionales consagren y proclamen los derechos fundamentales de la persona humana, pero éstos ya existen desde antes de la consagración legislativa, son de derecho natural.
La historia de la humanidad está llena de terribles recuerdos de violaciones de los derechos humanos. No se ha borrado de la memoria la tragedia nazi y el holocausto judío de la segunda guerra mundial. El comunismo tiene una deuda mayor con la humanidad que la deuda nazi, ha dicho Lech Walesa. Cien millones de muertos se calculan hubo durante el estado soviético presidido por Stalin y luego por Lenin y hasta la llegada de Gorbachev. Cuántas muertes y torturas en la Corea comunista, en la China de Mao y en la Cuba fidelista. Pero no son las únicas violaciones de derechos humanos, el mundo tampoco olvida a Trujillo, Pinochet, Franco, Somoza etc. Nos conmueve hoy la joven sudanesa, Meriam,que por convertirse al cristianismo, está presa amamantando a su hijo en una celda con un grillo, esperando la ejecución de su condena a muerte.
El ser humano es un ser libre, el más importante atributo después de la vida o junto con la vida. El ser humano es esencialmente igual a sus semejantes y así debe ser tratado siempre. Si se cree que ha cometido un delito, debe probarse y antes se presume su inocencia y tiene derecho a un juicio justo, al debido proceso. El 10 de diciembre de 1948, la Resolución N° 217-A de la Asamblea General de la ONU aprobó la Declaración Universal de los Derechos Humanos y Venezuela adhirió aquella Resolución. Nuestra Constitución de 1999 los consagró.Pero el actual régimen viola todos los días los derechos humanos. Engaña y guarda silencio cuando se le solicita respeto por esos derechos fundamentales. Simonovis, Leopoldo López, los estudiantes, todos inocentes, siguen presos y a pesar de que los personeros de este régimen un día fueron perdonados, hoy no han tenido la misericordia que se tuvo con ellos.