Petróleo venezolano el pan cubano de cada día

“Sin el petróleo de Venezuela fracasaría la revolución, por eso es muy importante Maduro”. Esta expresión urticante fue publicada hace días por el diario Gramma de Cuba, citando a Fidel Castro como principal fuente.
Para nadie es un secreto que el anciano, a quien Satanás se resiste a recibir en el infierno dejándolo vegetar aquí en la tierra, ha logrado lo que quería: el oro negro de nuestro país que tanto mendigó a través de los años.
En 1959, el hoy anciano le pidió a Rómulo Betancourt que le regalara petróleo y el entonces mandatario le respondió que el pueblo no donaba su recurso natural. José David Cabello Díaz recuerda en Twitter que entonces, en 1961, los militaristas y castro comunistas hicieron tres intentos para derrocarlo: el Barcelonazo, Carupanazo y Porteñazo.
Desde el año 2000 Venezuela le regala a Cuba un aproximado de 135 mil barriles de petróleo diario, lo cual induce a que el tirano de la Isla vocee que en breve tiempo se convertirán en un país exportador de crudo.
Venezuela está hecha trizas por una revolución de atrocidades, disfrazada en una dictadura descomunal a la que se han plegado miles de compatriotas quienes desgraciadamente con la libertad de la corrupción, han sido cómplices de la venta o entrega de nuestra Patria. Recordamos que el pasado año Raúl Castro dijo en la Comunidad de Estados Latinoamericanos y Caribeños (CELAC), que no permitirán violentos ni golpistas en Venezuela.
No existe aquí un ser con conducta revolucionaria sincera, con doctrina, si no es a cambio de lo que le permita el sistema para enriquecerse a costa de la corrupción desmedida, de la cual se aprovechan el 95 por ciento de los oficialistas.
Por eso nuestro país sigue entre los más corruptos de Latinoamérica, según la ONG alemana.
La gobernación humana ha sido responsable de innumerables sufrimientos. En todas las épocas personas bien intencionadas han tratado de establecer una sociedad más justa sólo para ver frustrados sus intentos una y otra vez por la codicia y la corrupción.
Nuestro mundo se caracteriza por la apetencia y el egoísmo, muchos se vuelven ávidos de poder y cultivan un intenso deseo de tener más dinero y bienes de lo que realmente necesitan.
Se ha dicho que uno de los factores que contribuyó a la caída de civilizaciones antiguas, como la del Imperio Romano fue la inmoralidad descarada. ¿Pudiera ser la actitud de la actual decadencia moral en Venezuela un preludio de algo aún más trascendente? La Biblia predijo que una indicación de que estaríamos viviendo en la conclusión de este sistema de cosas sería el aumento del desafuero, o de la maldad.
Lo más peligroso de esta tierra, es un ignorante con iniciativa.