El voto de la cámara baja del Congreso estadounidense en favor de aplicar sanciones a funcionarios venezolanos no era necesario ni oportuno, dijo este jueves una alta funcionaria del Departamento de Estado, volviendo a mostrar su discrepancia con esa iniciativa.
«No sentimos que sea el momento adecuado para implementar sanciones» a funcionarios venezolanos, dijo la subsecretaria adjunta del Departamento de Estado para el Hemisferio Occidental, Roberta Jacobson.
Además, apuntó, «el poder ejecutivo tiene la suficiente autoridad y los mecanismos para aplicar sanciones de cualquier tipo hoy mismo. Por eso, no pensamos que una nueva ley sea necesaria».
La Cámara de Representantes del Congreso estadounidense aprobó el miércoles una ley que determina que el gobierno del presidente Obama adopte sanciones contra funcionarios venezolanos acusados de violar derechos humanos durante recientes manifestaciones.
El Departamento de Estado, sin embargo, ya ha dejado claro que aunque considera las sanciones una «opción», prefiere concentrarse en contribuir a crear un ambiente capaz de hacer avanzar el diálogo político en Venezuela.
«El hecho es que ya hemos visto cómo las sanciones pueden ser contraproducentes. Apenas el anuncio de que una comisión del senado aprobó un proyecto de ley sobre sanciones, dio como resultado una acción de rechazo por parte de la UNASUR», se lamentó Jacobson.
El fin de semana, al fin de una reunión en Galápagos, cancilleres de la UNASUR criticaron las iniciativas del Congreso estadounidense en favor de sanciones a funcionarios venezolanos, por considerar que tal medida «vulnera el principio de no intervención» y «afecta negativamente» las tentativas de diálogo entre el gobierno y la oposición.
Para Jacobson, el episodio mostró además «que no era exagerada nuestra preocupación de que las sanciones sean usadas como distracción del problema real, que es la necesidad de un diálogo inclusivo y con resultados en Venezuela».
El Senado de Estados Unidos también deberá votar en plenario un proyecto de ley similar al aprobado en la Cámara de Representantes.
Caso los dos textos aprobados sean diferentes, deberán ser sometidos a una comisión bicameral para ser unificados antes de ser enviados a la Casa Blanca.