Las tropelías de la Guardia Nacional no cesan en contra de los urbanismos que osan salir a levantar alguna bandera en contra de las medidas económicas del Gobierno nacional.
Este lunes, nuevamente Valle Hondo, Tabure Villas, La Ribereña y urbanismos apostados en la avenida Hermano Nectario María, decidieron salir a protestar, a sabiendas que según las autoridades castrenses eso “es una práctica terrorista”, por tanto, las terroríficas tanquetas iniciaron una labor pavorosa: arremeter con fuerza contra toda protesta popular.
No escatimaron esfuerzo alguno en mediar, advirtió Elena Colina, vecina de Valle Hondo, y antes de terminar una barricada en la calle 5, ya la Guardia Nacional, había ahogado al sector en gases lacrimógenos y una despiadada descarga de perdigones.
A unos 50 estudiantes los atacaron por todos los flancos, comentaron habitantes consultados de Valle Hondo, empleando dos tanquetas y 27 motos que pasaban rasantes disparando metras y perdigones contra todo aquel que medio se asomara.
GN roba a transeúnte
En los intermedios de la confrotación, quienes decidían salir de sus casas y atravesar el campo de batalla, eran vejados por los guardias y hasta despojados de sus pertenencias, caso de Ambar Santeliz, quien reside en Maracay pero estaba de visita en casa de unos tíos.
“Me detuvieron apuntándome con escopetas. Luego con palabras vulgares me trataron de prostituta, me abrieron el bolso y me despojaron primero de dos cajas de cigarros que cargaba, del dinero en efectivo, que eran como 170 bolívares y antes de dejarme ir, me robaron el celular argumentando que era para evitar que me comunicara con los guarimberos y que podía ir a reclamarlo al Comando 47 de la Guardia Nacional. Como me negué a retirarme hasta que me devolvieran mis pertenencias, me amenazaron con detenerme y enviarme a Uribana por portar armas de fuego. Fue una experiencia traumática que cuando la conté en Defensoría del Pueblo, la funcionaria que me atendió se burlaba con descaro”, narró con horror.
Con gases y perdigones
Yajaira Marcano, vecina de una urbanización en la Ribereña que no indicamos para proteger a la fuente, según sus exigencias, comentó que tanto en Valle Hondo, Altamira, La Ribereña y otras urbanizaciones, los destrozos son mil millonarios.
“Ayer, la GN sólo nos sofocó con gases lacrimógenos y aterrorizó con continuas descarga de perdigones, metras y hasta balas, para intimidarnos, porque sólo en Valle Hondo hubo confrontación. No arremetieron contra los portones, ni las ventanas, ni nuestras casetas de vigilancias, porque simplemente ya no hay nada que destruir. Esto es un campo de guerra arrasado por la barbarie de la Fuerza Armada que desdice de su función: Proteger”, sentenció Marcano.
