Los preparativos de Brasil para la Copa del Mundo que disputará en su territorio se pusieron en marcha el lunes en medio de gritos de protestas en lugar de apoyo para el equipo nacional.
Los 23 jugadores seleccionados por el técnico Luiz Felipe Scolari llegaban al campo de entrenamiento del equipo mientras unos pocos cientos de manifestantes protestaban ruidosamente contra el dinero que gastó el gobierno en el Mundial.
Los manifestantes se acercaron tanto que lograron pegar calcomanías contra el evento en el autobús que transportaba a los jugadores de su hotel a su campo de entrenamiento en la ciudad de Teresópolis, a unos 90 kilómetros (55 millas) de Río de Janeiro.
Los jugadores se someterán a exámenes médicos el lunes y el martes, y la primera sesión de entrenamientos está programada para el miércoles.
Brasil cuenta con 17 días para ponerse a punto de cara al partido inaugural del 12 de junio contra Croacia, en Sao Paulo.