Desde hace años los habitantes de la urbanización El Recreo, ubicada en la parroquia José Gregorio Bastidas del municipio Palavecino, viven presos del miedo por los altos índices de delincuencia que ocurren en la zona.
Aunque las autoridades policiales se niegan a revelar estos datos, sus habitantes aseguran que en la zona ocurre un asalto a mano armada diariamente.
Yumarbey Romero, habitante del urbanismo, narró con terror cómo ha sido víctima en tres oportunidades de atracos a mano armada por parte de mototaxistas y ladrones que operan en carros particulares.
“La inseguridad nos está matando. Han asesinado gente de la comunidad, roban las viviendas, a todas horas del día se presentan hechos delictivos, los transeúntes son el blanco fácil de los maleantes”, apuntó con indignación.
Igualmente, acotó que las paradas de transporte público y los portones, son los más frecuentados por los malandros en moto o en vehículos, que abordan a sus víctimas con violencia y rapidez.
“Aquí nadie puede salir a pie, y si lo haces en carro corres el riesgo que te bajen a punta de pistola y te lo arrebaten, tal como ya ha pasado recientemente”, subrayó Romero.
Recordó el terrible suceso registrado en una de las parcelas de El Recreo, donde los delincuentes, luego de amordazar a una familia completa, le dieron muerte a una joven.
Destacó que la Policía de Lara “no pasa por la zona ni por casualidad, sólo lo hace por la calle Los Naranjillos para matraquear a los propietarios de una licorería”.
Zona de violencia
Desde el año 2000, la urbanización El Recreo comenzó a ser zona roja declarada por los cuerpos de seguridad, pero pese a que muy cerca, a escasas dos cuadras, se instaló desde hace un año un módulo de la Guardia Nacional, los índices se han incrementado, afirman voceros comunales.
El robo de vehículos, bicicletas y celulares, es el más común, sostiene Jorge Luis Granado, quien ha sufrido las consecuencias de la delincuencia desatada por ausencia “absoluta de la policía y Guardia Nacional, organismos dedicados exclusivamente a reprimir las protestas en el municipio”.
Texto y foto:
Luis Alberto Perozo Padua