El próximo 28 de mayo Lara celebra 236 años del natalicio de su héroe epónimo, Juan Jacinto Lara, general de División del Ejército criollo, quien luchó por la independencia de Venezuela de las colonias españolas de América del Sur, proeza que lo hizo digno para que la tierra crepuscular fuese bautizada en 1881 con su apellido: Lara.
Entre 1843 y 1847 fue gobernador de la provincia de Barquisimeto y en su historial destacan otros tantos cargos en los que sobresalió no sólo por su honestidad, sino también por impulsar la educación y los servicios públicos, motivos suficientes para que edificaciones, instituciones, entes y plazas de Venezuela, en especial del estado Lara, sean llamadas en su honor.
Diversas instituciones organizarán actividades especiales, misas y ofrendas florales para conmemorar a este caroreño en su día. Sin embargo, vale la pena preguntarse ¿cuál es el estado en el que se encuentran esas obras que llevan su nombre? , inauguradas en los gobiernos pasados y en los actuales, pero que con sus condiciones parecieran irrespetar la memoria de este gran prócer.
En la parroquia Juan de Villegas del municipio Iribarren los barquisimetano tienen el honor de convivir con el nombre de este héroe venezolano.
Muy cerca de El Tostao se encuentra una barriada humilde de nombre Jacinto Lara, donde al igual que otros puntos de la ciudad reclaman mejor servicio de agua, luz, aseo y gas.
Señalan que las calles están rotas y las cloacas colapsan y generan focos de contaminación en la zona. Lamentan el mal estado de las calles y aseguran que en altas horas de la noche los acecha el hampa.
Realidad que también comparten los 216 choferes de camiones cisterna del Llenadero de Barquisimeto Jacinto Lara, desde donde el racionamiento del vital líquido afecta a múltiples comunidades, por disminución de viajes al llenadero.
En el sector La Mora de Palavecino, parroquia José Gregorio Bastidas, rinden honor al héroe con una plaza sin busto, cuyo pedestal está rayado con grafitis.
Pisos rotos y banquetas desmanteladas, son parte de este escenario enmontado y colmado de basura. Perros muertos y deshechos de partes automotrices, también ensucian esta plaza inaugurada el 28 de mayo de 1997, durante el ejercicio como gobernador de Orlando Fernández Medina.
En el sector La Mata del municipio Palavecino se encuentra una de las instituciones educativas más grandes y antiguas de la región, el Liceo Bolivariano Jacinto Lara.
El próximo miércoles académicos y obreros celebrarán con una matrícula de 904 alumnos el natalicio de este héroe. No obstante, a lo interno del centro educativo son muchas más las penurias que las dichas.
No sólo carecen de servicio de bandeja de alimentos (sustituto de comedor) desde el pasado mes de noviembre, sino que días atrás personas inescrupulosas ingresaron en tres ocasiones al recinto, durante una misma semana, para sustraer equipos electrónicos y otros materiales de trabajo.
Así lo informó la profesora Yexuny Guevara, quien indicó que presentan problemas con los baños, paredes y techos, en especial en época de lluvia.
La estructura data de 1970 y desde ese entonces no ha sido mejorada. Días atrás recibieron una dotación de pintura para paredes. Sin embargo, los problemas siguen presentes.
Diversas son las empresas e instituciones bautizadas con el nombre de este héroe. Entre estas una línea de transporte urbano en el municipio Palavecino, la cual cubre la ruta entre el centro de Cabudare y La Piedad.
Se trata de unidades en mal estado, donde incluso se expone la vida de los pasajeros, quienes al subir a estas también están a merced del hampa.
Los conductores denuncian el mal estado en que se encuentran calles y avenidas por las cuales deben circular, lo que ha generado un deterioro progresivo en las unidades, que en su mayoría son de vieja data.
Extraviadas reliquias y fotografías de Jacinto Lara
Su registro fotográfico está extraviado. Así lo denuncia Carlos Eduardo López, presidente de la Fototeca de Barquisimeto, quien señaló que se desconoce el paradero de algunas de las fotografías del prócer y gobernador de Barquisimeto, como las tomadas por los hermanos González.
Las reliquias de Jacinto Lara y objetos dejados tras su regreso a Carora también están desaparecidos.
Entre ellas el collar de Ayacucho, el cual fue otorgado en Perú, por su participación en la Batalla de Ayacucho y la lucha independentista del referido país.
Este fue recibido por Jacinto Fabricio Lara, su hijo, quien también fue presidente del Gran Estado de Barquisimeto y ministro en diversas ocasiones, y regresó de Perú acompañado de un grupo de fotógrafos que capturaron el semblante firme de su padre, mismas fotografías que también inspiraron algunos de los retratos que se realizaron posteriormente.
