Los colombianos acudieron el domingo desde temprano a votar para elegir un nuevo presidente, en unos comicios fuertemente polarizados, con una cerrada disputa y en medio de la incertidumbre sobre el futuro del proceso de paz con la guerrilla.
El presidente Juan Manuel Santos se juega la reelección ante otros cuatro candidatos.
Sin embargo, el rival más fuerte es Oscar Iván Zuluaga, punta de lanza del partido político del polémico expresidente Alvaro Uribe (2002-2014).
Las encuestas registraron un empate entre Santos y Zuluaga y pronosticaron una segunda vuelta entre los dos candidatos, que se realizaría el 15 de junio si ninguno de los postulantes obtiene el 50% más uno de los votos..
“Quiero un cambio, ya Santos tuvo una oportunidad y no la aprovechó. Espero que el próximo gobierno le ponga los puntos sobre las íes a la guerrilla», dijo Carlos Ramírez, un contador de 42 años que aseguró haber votado por Zuluaga. “¡No más aguas tibias!», exigió.
Para Martín Garavito, un contador de 77 años, “la paz en este momento no es el gancho para elegir un presidente, pues no creo que haya paz en mucho tiempo», agregó.
El registrador Carlos Ariel Sánchez, al frente del organismo que hace el escrutinio de las elecciones, espera que alrededor de las ocho de la noche se tengan los resultados de los comicios con el 99% del proceso de preconteo.
Respaldar a un “tercero» no pareció descabellado para la profesional Lina Caicedo, de 21 años, quien votó por la aspirante del partido Conservador, según contó a su salida de un puesto de votación al norte de Bogotá, en un día inusualmente soleado. “Tenía claro que por Zuluaga no iba a votar. Veo en él a Uribe, y creo que no puede ser presidente una persona que tiene la sombra de otra figura», sostuvo.
El respaldo del exmandatario le ha costado a Zuluaga docenas de críticas, al punto de que le atribuyan ser un mero “títere». Los más osados aseguran que un eventual gobierno suyo se traduciría en otros cuatro años de jefatura uribista, pero «en cuerpo ajeno».
Santos, un economista de 62 años, votó a primera hora. En su corta alocución, garantizó un desarrollo trasparente de los comicios y confió en la tranquilidad de la jornada, luego de que las guerrillas de las FARC y el ELN anunciaran un cese el fuego unilateral entre el 20 y 28 de mayo.
Las negociaciones entre el gobierno y las rebeldes Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia (FARC), que se realizan desde finales de 2012 en Cuba, se han convertido en el caballito de batalla de una contienda salpicada por escándalos de espionaje y la posible penetración del dinero del narcotráfico, y atizada por las acusaciones de guerra sucia entre las campañas.
De los cinco aspirantes, el único que ha amenazado con terminarlo el proceso de conversaciones es Zuluaga, un economista de 55 años, y defensor de la lucha armada frontal contra los grupos insurgentes.
En los comicios se medirán, además de Santos y Zuluaga, el exalcalde de Bogotá y aspirante por el partido Alianza Verde, Enrique Peñalosa; la conservadora Marta Lucía Ramírez; y Clara López, por el izquierdista Polo Democrático Alternativo.
Sobre la eventual incidencia de los escándalos en los resultados de la jornada, el analista político de la Universidad de La Sabana Juan David Cárdenas anticipó dos escenarios: el primero, donde las polémicas “refuercen las convicciones de los seguidores de los candidatos involucrados, al percibirlos como víctimas» de señalamientos quizá injustificados.
El segundo, donde esas conductas “podrían imponer algún parámetro moral entre los indecisos que termine decantando su decisión… y opten por el voto en blanco o, en el peor de los escenarios, aumenten la abstención del país», que en ocasiones ha superado el 50% del padrón electoral.
Ocho días atrás, un sondeo publicado por la revista bogotana Semana ubicó al voto en blanco en el tercer lugar de preferencias, seguido de la economista López, la abogada Ramírez y el también economista Peñalosa, aspirantes que aparecieron casi siempre refundidos en el fondo de las encuestas. Cárdenas no despreció, empero, que alguno de ellos se cuele entre Zuluaga y Santos y alcance la segunda vuelta. “No descarto de plano (que un tercero se dispare), pero es difícil en un país tan polarizado», puntualizó.