Los aviones se van al mundial, y los dólares al Furrial
Aun cundo la vorágine de noticias no da mucho tiempo a digerirlas, es bueno de vez en cuando parar un poco y revisar la hemeroteca para ver en qué han parado las mil y una cosas, escándalos, hechos raros, que han sucedido en estos tres lustros de revolución socialista, bolivariana, pacífica pero armada y de comandantes. Así que manos a la obra.
Empiezo a revisar, sin orden alguno, y lo primero que consigo es el escándalo de aquel tristemente célebre Plan Bolívar 2000, programa de mantenimiento de vías e instalaciones que se le ocurrió al teniente coronel felón para arreglar los destrozos que según él, había dejado la cuarta, y no había mejor gente para llevar esto a cabo en tiempo récord que sus colegas de uniforme. Así le encomendó a los comandantes de guarniciones la tarea, dirigida por uno de sus generales amigos; para ser más eficiente el trabajo les envió los dinerillos en efectivo, sin contraloría, eso no hacía falta dada la honestidad a toda prueba de sus colegas, soldados de la patria. Pues bien, pasó el plan, las denuncias llovieron, nada se resolvió, nadie salió imputado pero sí muchos embilletados. Generales y comandantes forrados, algunos de ellos hasta gobernadores fueron. Páginas adelante nos topamos con un reportaje rocambolesco, una renuncia solicitada, la cual se aceptó, uno días confusos, una ausencia de poder, un golpe de Estado, muertos, heridos, asesinos presos sin cadáveres, otros asesinos libres hechos caballeros. Retorno al poder confesando culpas sin consecuencias. Muchos venezolanos cesanteados de un pitazo. Se profundiza la revolución. Referendo vuelto plebiscito. Siguiendo con la revisión nos encontramos con la voladura de un todo terreno con su conductor dentro. Alarma nacional, consternación, un héroe caído. Fiscal lector de ojos de testigos, muchos asustados, muchas hipótesis, contador de billetes, familia peleada y al final dos presos que “a según dicen” no tienen vela en ese entierro. Saltando de caso en caso nos encontramos con un maletín que salió en avión oficial, pedeveso, bien acompañado, con un buenos aires convertido en malas brisas. Detenidos, implicados, al final ni culpables, ni propietarios del maletín, y lo peor nadie sabe dónde están los reales.
Y así seguimos revisando y recordando. Un ex gobernador de Apure asesinado en circunstancias extrañas pero sin asesino. Un ex de Miranda, con un cartapacio de denuncias en fiscalía que duermen el sueño eterno y otro ex gobernador más, pero de Aragua, enconchado amenazando y cantando, todos ellos militares de la insurgencia del 4F y nos preguntamos alguien sabe algo de lo que pasó, bien difícil. Un magistrado que sale huyendo, acusado acusando y ni unos ni los otros ni inculpados ni presos. Un segundo magistrado, pieza importante de la revolución, mano ejecutora de todas las trampas del alto gobierno, huye y canta cual Pavarotti. Y la fiscal, bien gracias. Leemos y recordamos un video grabado por un tipo de la Gillette, que debió ser demoledor, lástima que la fiscal, siempre la fiscal, por sus muchas ocupaciones no pudo ni verlo ni oírlo. Y páginas y más páginas llenas de denuncias, de cosas y casos raros, de escándalos, sin resultado alguno. Golpes, desestabilización, invasión yanqui, magnicidios, misiles contra aviones presidenciales. Una enfermedad sin diagnóstico preciso y un difunto sin partida de defunción es decir sin saber dónde y cuándo falleció. Un mandatario sin partida de nacimiento. Y lo más reciten, pero no por ello lo menos importante, un ex de varias cosas, policía de alto rango, militar felón, ficha importante en el renombre de la república, asesinado en circunstancia muy extrañas; a la fecha no hay asesinos y mucho menos hipótesis sobre los motivos. En fin que podemos afirmar que estamos ante una proceso revolucionario cangrejocrático. Pero no hay que perder la fe, algún día se sabrán muchas cosas y espero que no solo sea por gracia de la justicia divina. Después de todo régimen autoritario, militarista, comunista, se destapan las ollas y se puede ver la pudrisiña.
