Cuatro delincuentes esperaban para atracar una buseta en la salida de Barquisimeto, adyacente al liceo Ambrosio Perera, frente a El Cardenalito del Este, pasadas las 12:00 del mediodía de este jueves.
Justo allí se detuvo a recoger pasajeros la buseta Iveco blanca, placas OOAC1DK, adscrita a la línea Jeosama, que cubría el recorrido Barquisimeto-Yaritagua.
Su conductor, Juan Carlos Parra Parra (32), sin malicia, permitió subir a los cuatro sujetos, quienes simularon ser pasajeros. Se sentaron en los puestos de la unidad de transporte para alejar cualquier sospecha de los otros usuarios, del chofer y del colector, Jhoandy Jesús León Castillo (22). Continuó la marcha hacia Yaracuy.
El viaje hasta ese momento, tranquilo, se vio interrumpido cuando uno de los antisociales, luego que pasaron el peaje Caseteja, se levantó de su puesto y se dirigió hasta Parra, indicándole que detuviera la buseta a la mayor brevedad, al tiempo que le hundía el tubo de una escopeta en el cuello. Los otros tres atracadores sometieron al resto de los presentes.
El chofer no pudo de inmediato satisfacer la exigencia del hampón ya que se desplazaba por el canal rápido y se le imposibilitaba por otros vehículos que circulaban en ese instante.
Estos segundos de tardanza hicieron sentir burlado al individuo quien, sin importarle que todos podrían morir porque la buseta iba en movimiento, le disparó a Parra a la altura del cuello, quien se desplomó frente al volante, lo cual dejó al vehículo fuera de control, en el sector La Ensenada.
El colectivo salió de la vía y continuó por una bajada, impactó de frente contra un árbol y perdió prácticamente la mitad de la carrocería, sin embargo, no se detenía, cual tren descarrilado.
En la desenfrenada carrera se le desprendió el techo y quedó con los asientos y el motor descubiertos.
El impacto contra un segundo árbol fue violento.
La magnitud de este hecho dejó como consecuencia una tragedia: siete fallecidos, seis de ellos producto del accidente de tránsito, y el conductor a manos de un criminal, además de seis heridos.
Cuatro hombres y tres mujeres son los occisos, todos de Yaritagua, identificados como Estefany Alvarado Romero (22), quien estudiaba en una universidad en Barquisimeto, vivía en la urbanización Tricentenaria; Yelitzi Grimán; Elsa Zambrano, Pastor Chirinos y su esposa Gloria Pineda, habitaban en el sector La Manga de Sabanita I; Leonardo Vásquez (20), quien era uno de los presuntos delincuentes, y Juan Carlos Parra Parra (conductor), residía en el sector Camino Nuevo.
Parra era profesor de Educación Física, graduado en la UPEL, y al no conseguir trabajo en esa profesión tuvo que dedicarse al oficio de chofer.
Los lesionados son: Anaís Medina (22) y su hija de dos años; Alba Marilyn Marchán (26) y su hijo de 10 años; Winder Echeverría (27) y Jhoandy Jesús León Castillo (22), colector de la buseta.
Tanto los niños como el colector fueron dados de alta en el Hospital Rafael Rangel de Yaritagua. El resto fue referido al Hospital Central de San Felipe.
El Cicpc- Subdelegación Yaritagua- se hizo cargo de las averiguaciones.
Pueblo sublevado
Familiares de los occisos y de los heridos, al conocer sobre la supuesta detención de tres de los aparentes involucrados a quienes habrían llevado al Hospital Rafael Rangel de Yaritagua, se apersonaron a ese centro de salud, al que también llegaron vecinos y conductores cansados de que cada día los atraquen en la vía. La multitud rebasó al grupo de policías, guardias nacionales y del Cicpc que allí se encontraban, estos últimos ordenaron a las personas que se retiraran, lo cual desencadenó un disgusto colectivo que ameritó la presencia de un equipo antimotín de Poliyaracuy, cuyos efectivos dispararon perdigones y le ocasionaron varias heridas en las piernas al joven Luis Grimán. En ese mismo momento, conductores cerraron la vía a la altura de Santa Lucía.
