Como siempre cargado de optimismo y de la buena intención de enviarle a mis lectores amigos un mensaje en positivo, reforzado de optimismo haciendo caso omiso a que un optimista es un pesimista mal informado, ese es su problema y no el mío, ya que es mucho mejor vivir con los proyectos revoloteando en la mente y lo mantiene ocupado en el trabajo y en la búsqueda de algo mejor, resaltando las cosas buenas hasta donde los demás vean todo lo malo.
Por ello algo me dice que más temprano que tarde el país tomará el rumbo y un alto porcentaje de venezolanos aspira al bien de todos sin discriminación, todos por Venezuela y para Venezuela, amalgamado y empujando la carreta a un solo destino donde todos unidos en causa común nos avoquemos a corregir tantos errores cometidos afectando un alto porcentaje de compatriotas; no hay razón para eso, somos un solo país y como tal debemos por medio de la convivencia, la unión y la paz encontrar el rumbo perdido con la sana aspiración de lo que aquí escribo.
Tengo fe en que Dios nos oirá para lograr tantas cosas que se nos han ido de las manos tales como: solvencia moral y económica, credibilidad, diálogo con acuerdos que den dividendos positivos, donde se le aclare la mente a los que no que quieren dialogar, que se oponen o creen que diálogo es una orden, sin pensar que el negociar no es rendirse ni rendirle pleitesía al adversario.
Para nuestro país es muy saludable repotenciar el sector del campo, donde sólo 5% de la población que ahí labora y convive a pesar de tantos obstáculos tiene la bendita y sana aspiración de producir alimentos para todos sin preguntar quién los consumirá. Este pequeño porcentaje de nobles venezolanos, ¿no cree usted amigo lector que se merece un mejor trato, un buen apoyo y seguridad integral por considerarlos héroes?
Se parecen a los músicos del Titanic que aun cuando se estaban hundiendo y ahogándose continuaban tocando, por ello mantener la fe y la voluntad viendo las cosas en positivo, no pensando que todo el mundo es malo, eso nos permite dar pasos hacia delante aumentando la creatividad y la fuerza para actuar.
La mayor preocupación de todos es el desabastecimiento y las colas para conseguir la comida. Será que a la gente se le olvida que no existe un amor tan verdadero como el amor a la comida, por ello mi reconocimiento y admiración a todos los que laboran la tierra para producir alimento, no por favor, no se olviden de los productores del campo sobre todo de la familia ganadera, que cada día sus esfuerzos son mas grave para subsistir, recordar permanentemente un mensaje de Mario Benedetti: “El olvido está lleno de memoria”.
No debemos perder la fe, debemos reforzar nuestra esperanza y poner todo el esfuerzo y la creatividad al servicio del país, devolver aunque sea un poco de lo tanto que nos a dado, pensando ir hacia delante, por aquello de que lo que uno no puede hacer lo logran otros y ese jamás será el caso de nuestro país, tenemos un potencial muy valioso, gente de trabajo, una juventud admirada que no deja duda que con su talento y voluntad será el nuevo relevo de inspiración para que el país siga adelante, no olvidemos que este es un país de gente joven, el 61% no llega a 35 años, ¿habrá mejor capital que ese?, obvio que no, todos debemos convertirnos en hacedores trabajar y dejar la vacuidad.
Unidos todos por el éxito y el crecimiento de la familia ganadera.
[email protected]
@JGmendozabargto
