A juicio del ingeniero Lino Bracho, también miembro de la Asociación Civil de Promoción de Inversiones del estado Lara (Proinlara), la transformación de las zonas industriales 0 y 1 de Barquisimeto en zonas residenciales, según lo expuesto en el Plan de Desarrollo Urbano Local (PDUL) sería un costoso desperdicio en infraestructura industrial, que además generará problemas en la convivencia.
Considera un grave error la modificación de estos espacios, más aún si no se tiene a dónde movilizar a las empresas que allí producen por falta de un zona alternativa para el sector industrial, como la Zona Industrial 5 en Padre Diego, que desde hace siete años propone Proinlara.
Comenta que la Zona Industrial 1 está ubicada en dicho espacio por diversas razones. Además del comportamiento de los vientos alisios, dichos terrenos fueron concebidos como un puerto seco, desde donde, a través de las líneas ferroviarias, se podría trasladar la producción hacia Puerto La Cruz, uno de los puertos más importantes de Venezuela, lo cual también generaría beneficios económicos al estado. “La Zona Industrial 1 fue construida según propósitos de producción, de hecho, pasan inmensas tuberías de gas metano para la industria”.
Respecto a la Zona Industrial 0 señaló que si bien ha disminuido en producción, lo cual genera suspicacia en quienes aprueban este punto en el PDUL, la misma ha cambiado paulatinamente su sentido a Zona de Servicios, uso más apropiado que se podría dar a estos espacios, ya que así se verían beneficiados tanto industriales como ciudadanos.
Complicada convivencia
Bracho considera improcedente la convivencia entre el sector industrial y algún urbanismo habitacional, puesto que en la Zona Industrial 2, que colindaría con el proyecto habitacional, se encuentran diversas empresas de producción continua, cuyas labores afectarían la sana convivencia que requieren todos los venezolanos.
Alternativa de espacios
Según Bracho sería más sencillo y económico transformar la Zona de Compresión de Barquisimeto (ubicada entre las calles 29 y 54, y desde la Avenida Libertador hacia el centro de la ciudad), en una zona residencial que brinde mayor número de soluciones habitacionales y que preste mejores servicios.
El proyecto que según Bracho tiene varios años engavetado, permitiría aprovechar más de 300 hectáreas, lotes de terreno con pequeñas construcciones en su mayoría. “Podrían conversar con las personas, negociar, ofrecer mejores condiciones y construir por manzana, pequeños edificios que además de brindar múltiples soluciones habitacionales, estarían ubicados en una zona residencial, que incluso cuenta con servicio de transporte”. Tomó como ejemplo los proyectos habitacionales desarrollados diez años atrás por el Centro Jacinto Lara.