Un grupo de 58 países liderados por Suiza expresaron el lunes su apoyo a la propuesta francesa de denunciar ante la Corte Penal Internacional (CPI) los crímenes cometidos en Siria.
Estos países «apoyan firmemente la iniciativa francesa», escribió el embajador suizo en Naciones Unidas, Paul Seger, en una carta firma por los 58 estados.
Piden al Consejo de Seguridad adoptar el proyecto de resolución francés y a los demás miembros de la ONU – que sean parte o no de la CPI – acompañarlos «con el fin de enviar un mensaje fuerte de apoyo político».
«Compartimos el sentimiento de que la iniciativa de Francia representa la mejor oportunidad de hacer nacer, al menos, una promesa de justicia tres años después del inicio de una guerra civil en Siria y al mismo tiempo contribuir a prevenir nuevas atrocidades», añadió Seger.
Los 58 países – entre ellos los de la Unión Europea, Japón, Corea del Sur y varios países sudamericanos y africanos – reclamaron en enero de 2013 al Consejo de Seguridad la intervención de la CPI en Siria.
Estados Unidos, que no adhiere a esta Corte, no firmó la misiva aunque apoya la propuesta de Francia, según diplomáticos.
Como Siria tampoco adhirió a la creación de la CPI, se precisa una decisión del Consejo de Seguridad para presentar los crímenes ante la Corte. La propuesta de Francia será votada el jueves por la mañana, pero varios diplomáticos predicen que Rusia y China vetarán la resolución.
Ambos países ya han vetado en tres oportunidades distintos proyectos occidentales de resolución que buscaban presionar al presidente sirio Bashar al Asad.
El conflicto de Siria comenzó en marzo de 2011 con una revuelta popular pacífica contra el régimen de Asad, que se topó con una represión sangrienta y se fue militarizando progresivamente.
Más de 162.000 personas han muerto en Siria desde que comenzó el conflicto, según un nuevo balance proporcionado por el Observatorio Sirio de Derechos Humanos (OSDH).
Esta guerra de desgaste, que ha entrado en su cuarto año sin que ningún beligerante lograra imponerse sobre el terreno, dejó por otra parte más de nueve millones de refugiados y desplazados, es decir casi la mitad de la población siria.
