Desde las cuatro de la tarde, los barquisimetanos pudieron disfrutar y participar, de variadas actividades culturales, en el casco histórico de la ciudad crepuscular.
La Plaza Bolívar, Torre David y Plaza de la Justicia, fueron escenarios perfectos de una divertida jornada animada por mimos, zanqueros y magos, así como castillos inflables, para los más pequeños.
Además de una estupenda presentación musical para el público joven y adulto contemporáneo, y la realización de trueque de libros y objetos artísticos, que le permitieron pasar al público asistente, un día diferente, lleno de buena vibra y proactividad.
La Corporación de Turismo de Lara, el Instituto Municipal de Cultura y Arte de Barquisimeto y la Universidad Centroccidental Lisandro Alvarado, son parte de este proyecto de integración en alianza con la Alcaldía de Iribarren, para el rescate y aprovechamiento de espacios, sano esparcimiento y formación educativa y cultural de las familias larenses.
Con motivo a la semana del artista plástico, y en homenaje a los maestros Elio Naccarella y Oswaldo Vigas, se dio paso este sábado a esta tarde cultural, que fue amenizada por la orquesta sinfónica Banda Experimental del Rock, y que contó con la presentación de manera audiovisual de 74 portafolios de obras recientes, de alumnos y profesores, de la Licenciatura en Artes de la UCLA, y la ULA de Mérida.
Carla Vargas, coordinadora de Proyectos Curatoriales, y Mary Pineda, directora del Programa de Artes Plásticas de la UCLA, señalaron que se reunieron 150 portafolios de artistas plásticos venezolanos, en una convocatoria efectuada a nivel nacional, para la posterior selección y exposición audiovisual de estas muestras artísticas, en el marco del proyecto que lleva a cabo esta casa de estudios, llamado Encuartelados sin Rejas.
Sara Scelli, estudiante de Comunicación Social, participante de la actividad de trueque de libros y objetos artísticos, resaltó sentirse renovada con esta iniciativa, que le permitió entregar parte de algunos objetos que tenía en desuso, a otras personas que expresaron su interés por poseerlos, y aprovecharlos.
Libros infantiles, afamadas obras literarias, enciclopedias, discos de acetato, CD, indumentaria, revistas y hasta juguetes, fueron intercambiados, mientras el sonido del violonchelo, los violines, la guitarra eléctrica, y la percusión le dieron ritmo a un plácido atardecer de mayo, en la ciudad musical de Venezuela.