Nuestra Gran Sabana guarda entre sus grandes extensiones de tierras algunos de los rincones más espectaculares de nuestro país. Entre ellos se encuentra la Misión de Santa Teresita de Kavanayén, un pequeño poblado de pemones fundado en 1943 por misioneros capuchinos. Esta comunidad, rodeada por tepuyes y una imponente vista de la sabana, puede ser la mejor opción si buscan una experiencia única y es que desde allí podrán aventurarse a las excitantes excursiones que realizan los pemones a los saltos que se encuentran a tan sólo kilómetros.
¿Cómo llegar?
A Kavanayén pueden llegar en carro doble tracción o en curiara. Si van rodando deben tomar el desvío en el kilometro 147 de la carretera transamazónica, a partir de ese punto le esperan 70 kilómetros de caminos de tierras con zanjas profundas, así que sólo les queda disfrutar del paisaje que da la sabana y los tepuyes.
El viaje en curiara se hace por el río Karuay, pueden embarcar en el campamento Montapai, desde allí son alrededor de dos horas y medias de travesía.
Para visitar
En Kavanayén…
-El santuario de Santa Teresita de Kavanayén, una pequeña iglesia de paredes de piedra cuyo campanario anuncia el inicio de las misas cada día.
Regalos de la naturaleza…
Si están en Kavanayén no pueden dejar de aventurarse en las excursiones que los mismos pemones organizan, desde allí pueden partir a los diferentes saltos que se encuentran en las cercanías, entre ellos:
-Salto Aponwao: a esta cascada llegan en curiara, sabrán que han llegado al encontrarse el muro construido por razones de seguridad, para marcar distancia con la caída de agua. Pueden caminar hasta la base para disfrutar de la sensación abrumadora de la caída del agua.
-Toró Merú: el camino a este salto no es fácil por lo que es importante que lo hagan en carros de doble tracción. A los pies del salto encontrarán una poza gigante en la que no pueden dejar de echarse un chapuzón.
-Salto Hueso: también conocido como Pomerú, hueso en pemón, cuenta con varias cascadas de diversas alturas, en las que pueden bañarse y divertirse con precaución.
-Salto Techinen: esta caída de agua es muy remota, según Valentina, para llegar necesitas pasar por una travesía de dos días entre curiaras y caminata. Solo así podrán llegar al imponente salto.
Para dormir
En esta localidad y sus cercanías podrán encontrar diversas opciones para pasar la noche. Pueden elegir dormir en una posada, entre ellas la Posada Aroden, el campamento Chivatón y La Misión de Kavanayén o acampar en pleno campo rodeados de arboles.
Para Comer
En Kavanayén recientemente abrieron una fuente de soda llamada Auyantepui, allí podrán sentarse a comer o si lo desean pueden encargar la comida para llevar al paseo del día. También pueden comer en el restaurant Guadalupe, atendido por la popular señora Guadalupe quien está siempre dispuesta a servirles con alegría a sus clientes.
“Yo ahí parada en la base del Aponwao, con el roció bañándome las ideas, supe que la naturaleza impone una distancia y que conviviremos en total armonía con ella cuando aprendamos a respetar ese espacio que tan gentilmente nos solicita” Valentina Quintero
Texto: Fabiola A. Sánchez B. @Revista_Gala / @Fabiola_asb
Twitter: @valendeviaje
