Este imponente delta, además de ser de los más grandes del mundo, es uno de los lugares favoritos de Valentina, de hecho, para ella no hay cosa más sanadora que navegar entre sus aguas, ya que en ese remoto lugar puede despojarse de sus angustias para que la corriente se las lleve. Igualmente, Quintero lo considera uno de los mejores destinos para vivir una aventura rodeados por los hermosos regalos de la naturaleza, al subirse a una curiara y dirigirse rio adentro entre los bosques y manglares que lo rodean, acompañados de los más curiosos animales que habitan en la selva
¿Cómo llegar?
Para disfrutar del Delta del Orinoco, deben primero viajar hasta el estado Delta Amacuro y dirigirse a Tucupita, su capital, esta les servirá sólo como punto de partida para las aventuras que vivirán en los diferentes poblados río adentro. Los lugares más excitantes los pueden conseguir a sólo kilómetros, como es el caso del Caño Mánamo y la zona de Bajo Delta, donde podrán disfrutar de la cultura, tradiciones y gastronomía de los waraos.
Para Comer
Al llegar a Tucupita podrán disfrutar de una amplia variedad de opciones para sentarse a disfrutar de una buena comida, hay restaurantes para todos los gustos.
En Caño Mánamo y los poblados que conforman el Bajo Delta, lo ideal es comer en las posadas ya que la mayoría de ellas ofrecen paquetes con las tres comidas incluidas.
Para Dormir
Lo que hace tan interesante estas rutas para los visitantes es la experiencia única de dormir en lugares tan recónditos pero a la vez tan espectaculares. Un hotel que los dejará con la boca abierta es el Hotel Flotante, localizado en uno de los caños del Delta, construido sobre una estructura flotante de metal y todo alimentado con energía solar.
Otra opción para pasar la noche es el tradicional Campamento Maraisa, ubicado en San Francisco de Guayo, en él podrán dormir en palafitos sobre el río, tal cual como los ven en las fotos, además podrán disfrutar en la terraza del subir y bajar de la marea.
Si buscan algo más convencional, en pleno centro de Pedernales encontrarán la Posada Doña Natividad, muy sencilla y con paquetes que se adecuan a las necesidades de los turistas.
Para Visitar
Caño Mánamo: A esta localidad pueden llegar desde Tucupita navegando por el caño, en ella encontrarán unos cuantos campamentos para pasar la noche, estos también ofrecen excursiones en bongo por río y selva.
Bajo Delta: Aunque amerita un viaje de siete horas desde Tucupita, ¡realmente vale la pena! Ya que desde allí pueden acercarse a los poblados de Curiapo, San Francisco de Guayo y Perdenales, a los que se les conoce como Bajo Delta. Para Valentina uno de los lugares más espectaculares en los que ha estado, lugar donde sus más vivas emociones afloran. “Es espectacular, extraña, apabullante en su salvajismo y su novedad. No existe algo igual en ninguna parte del universo. Cuando se acercan a la desembocadura del Orinoco los espacios son tan infinitos que tú de verdad crees que el mundo empieza o se acaba aquí. Unas extensiones de arenas solitarias e inmensas. Naturaleza virgen e intocada. La soledad adquiere su autentica dimensión”.
Recomendaciones de Valentina
Algo que no pueden dejar de hacer es llegar a la desembocadura del Orinoco y caminar en la tarde por las extensiones de arenas infinitas.
Ver un baile warao y admirar los collares de las mujeres.
Si van a San Franciso de Guayo, no pueden dejar de pasar por el restaurant de la posada Tobe Lodge donde podrán disfrutar de la deliciosa cocina francesa preparada por su dueña.
“Adoro navegar por río, vivir en lo más genuino de la naturaleza, escuchar el silencio, ver animales felices en libertad, compartir la sabiduría ancestral y estar lejos, bien lejos. Por eso soy la más dichosa en el Delta del Orinoco” Valentina Quintero
Texto: Fabiola A. Sánchez B. @Revista_Gala / @Fabiola_asb Twitter: @valendeviaje
