Cinco jefes de Estado africanos reunidos el sábado en París por iniciativa del presidente François Hollande adoptaron un plan de acción conjunto contra el grupo islamista nigeriano Boko Haram, al que calificaron de «gran amenaza» para todo el continente.
«Estamos aquí para declarar la guerra a Boko Haram», resumió en conferencia de prensa conjunta el presidente camerunés Paul Biya.
El plan adoptado prevé «la coordinación de los servicios de inteligencia, el intercambio de información, la centralización de medios, la vigilancia de las fronteras, una presencia militar en torno al lago Chad y capacidad de intervención en caso de peligro», detalló Hollande al término de la cumbre.
«No hace falte que Francia despliegue unidades militares, están presentes en la región», añadió.
Su homólogo nigeriano, Goodluck Jonathan, criticado por su lentitud de reacción tras los actos de Boko Haram, se declaró «plenamente comprometido» en encontrar a las cerca de 200 jóvenes secuestradas hace un mes por Boko Haram. «Estamos plenamente comprometidos en encontrar a las chicas, estén donde estén», aseguró.
El presidente chadiano Idriss Deby subrayó «la determinación en enfrentarse a los terroristas que gangrenan la región». «Estos terroristas ya han hecho daño en la subregión, dejarles seguir, es arriesgarse a dejar el conjunto de la subregión de África en desorden», dijo.
«Estamos decididos a mutualizar nuestros esfuerzos, nuestros recursos (…) en el ámbito regional e internacional», añadió por su parte el presidente de Benín, Thomas Boni Yayi. «La intolerancia religiosa no tiene hueco» en África, insistió.
El presidente de Niger, Mahmadu Isufu, se felicitó al fin que la cumbre de París haya permitido abordar el largo plazo y «el desarrollo económico y social en la zona».