Las muestras de represión de la Guardia Nacional han quedado marcadas en los venezolanos desde que comenzaron las manifestaciones pacíficas, el 12 de febrero de 2014.
Fehaciente es una de estas pruebas en la persona de la periodista corresponsal de la Cadena 3 México, que en Venezuela cubre las informaciones de las protestas para ese país.
Se trata de Johanna Álvarez, dos veces agredida por cumplir con la misión de informar.
La última vez que soportó la desproporcionada fuerza de abuso de autoridad de la Guardia Nacional fue este miércoles, en la zona Los Palos Grandes, Caracas, durante una manifestación que tenía como destino la Fiscalía General de la República, pero fue cambiada su ruta y se dirigieron hasta la sede de la ONU, donde estaba los campamentos, ahora destruidos.
Dijo la afectada que allí resultó agredida por un funcionario del referido cuerpo castrense, de apellido Álvarez, cuando no habían manifestantes, quien le disparó y recibió un perdigonazo en la pierna derecha, mientras otro dio en la pantalla de su celular y se lo destruyó, el cual a su vez rebotó e impactó en su dedo pulgar ocasionándole fractura.
Indicó que la denuncia la conoció ayer la Fiscalía 81 del Ministerio Público, del área Metropolitana de Caracas, en la cual se comprometieron a llamarla para tomarle las respectivas declaraciones del caso y para que presente las debidas pruebas.
Lamentó que no pudieron practicarle el examen médico forense de rigor, al informarle que los ascensores del edificio estaban dañados, por lo que acudirá hoy en horas de la mañana.
Precisó que entre las pruebas a consignar está la foto del guardia nacional, así como el informe médico de la doctora que la atendió en la clínica Metropolitana.
Determinó el coronel Linch y el general Manuel Quevedo se encargan de investigar internamente para identificar a los agresiones, por lo que espera justicia.
Primer ataque
Recordó que el primer ataque lo recibió el 3 de abril de este año, en la UCV, por parte de Luis Heredia Rodríguez, miembro del colectivo de la escuela de trabajo social, quien intentó secuestrarla.
Expuso que en ese momento logró forcejear con el sujeto y de esta manera impidió que este perpetrara el hecho, el cual denunció en la Fiscalía 59 del Ministerio Público, en Caracas, sin que haya sido detenido.
Seguirá batallando
Álvarez adelantó que seguirá en la calle haciendo su trabajo de informar, luego del reposo que ameritaron los dos disparos que le hicieron.
“El mundo debe enterarse de lo que está pasando”.