El Deportivo Lara inició ayer su preparación para encarar el duelo del domingo frente a Carabobo, en el inicio de la trascendental serie presudamericana, que le ofrece la posibilidad de tomar cupo a una competencia internacional.
El cuadro larense, que busca salvar la temporada luego de un par de semestres de amarguras e irregularidad, necesita aprovechar su condición de local para sacar adelante esta exigente confrontación, que lo pone cara a cara con uno de los equipos que lo venció en el par de partidos protagonizados.
El elenco de Rafael Dudamel y José Alí Cañas no quiere desaprovechar esta oportunidad, razón por la que se empeña corregir las fallas que le impidieron ser más regular en el recién finalizado Clausura, en el que ofreció dos caras, primero con una solidez defensiva, pero ataque débil, invicto hasta la fecha 10, y luego con muchos problemas en retaguardia, sin poder marcar diferencias en casa.
El primer punto a corregir es el tema de la concentración y la actitud. Le ocurrió mucho que por despistes o desatinos se le enredaron partidos en cuestión de minutos. Así perdió con el mismo Carabobo, ante el que recibió nada menos que la cifra de cuatro goles, y también con el Zulia, en aquel recordado desafío que ganaba por tres goles y terminó con un empate.
No puede darse el lujo de cometer ese tipo de errores. Necesita tener mucha solvencia en su línea posterior para contener a un rival que exhibe a buenos artilleros. Sacar el cero en Cabudare es la encomienda. Si lo logra, llegará al duelo de vuelta, el miércoles 21 en Valencia, con posibilidades de llevarse la llave y continuar en la carrera por el boleto a la Copa Sudamericana.
Por eso los jugadores tildan el encuentro como una final. Es, sin duda, el compromiso más importante de la temporada, que demanda, desde luego, la aparición de la jerarquía, dentro de un cuadro repleto de figuras.
La cita es el domingo en el Metropolitano de Cabudare (4.00 pm)