El escultor larense Carlos Medina fue reconocido en el Día del Artista Plástico con el Premio Armando Reverón que otorga la Asociación Venezolana de Artistas Plásticos (AVAP).
La AVAP también galardonó a los creadores Alirio Rodríguez (pintura), Meyer Vaisman (arte conceptual) y Rafael Rangel (arte joven).
Con el Premio Armando Reverón se reconoce la trayectoria artística de los creadores y, en esta ocasión, el jurado conformado por Rolando Peña, Felipe Herrera y Jorge Salas, evaluó el aporte que estos artistas venezolanos han hecho al universo de la plástica nacional e internacional.
Se conoció que «la investigación en torno al círculo y la flexibilidad de las formas geométricas que el escultor Carlos Medina moldea en hierro y papel, le acreditó el premio en la categoría escultura». También, «por una obra que supo viajar del volumen al minimalismo y la sutileza», según reseñaron diarios nacionales.
«Es un reconocimiento que me honra muchísimo», nos dijo el artista vía telefónica. «Me siento muy contento, el jurado, integrado por tan valiosos artistas, me honró con ese premio».
Añadió que Alirio Rodríguez fue su maestro de pintura en la Escuela de Artes Plásticas Cristóbal Rojas hace más de 40 años. A Rafael Rangel lo describió como un joven que ha surgido rápido.
«El jurado reconoció mi trabajo, la exposición que realicé el año pasado en la galería Ascaso, una antológica que reunió las obras de mis últimos 25 años, igualmente por la obra Fragmento de Lluvia para Caracas instalada en la autopista Francisco Fajardo en Caracas, la exposición Esencial que se encuentra en el Museo de Arte Contemporáneo del Zulia, otra que está México y por otra serie de cosas que he realizado», expresó.
Sobre Fragmento de Lluvia para Caracas mencIonó que dicha propuesta data de 1989, cuando fue presentada por primera vez a la refinería de Amuay en el estado Falcón.
» Luego participó en diversos concursos -tanto en acero, como en concreto armado- entre ellos: el realizado para El Menito, Museo de Arte Contemporáneo del Zulia (Maczul) a principios de los 90; posteriormente en el Concurso de Cemex en el Museo de Arte Contemporáneo de Caracas (Macsi), luego, esta vez por requerimiento del ente cultural de la Gobernación de Falcón se llevó nuevamente a la refinería del Amuay, sin resultados concretos».
Internacionalmente, añadió, fue planteada para la Bienal de Venecia 2001; concurso Olimpiadas de Beijing, en los Simposios de Escultura Guadalajara (en madera 2005): Korea del Sur (en granito 2006), lo que finalmente lleva a que esta propuesta gane la mención de honor con una Gota en aluminio de 20 metros de altura, en la primera Bienal de Escultura de Guadalajara México en 2008.
«Ahora, luego de 25 años, podremos disfrutar de esta obra en la Autopista Francisco Fajardo a la altura del CCCT en Caracas».
Para este 2014 Medina tiene previsto par de exposiciones, una en Panamá y otra en Miami, entre otros proyectos.
Medina pasó de los volúmenes muy pesados a la liviandad absoluta, al respecto, explicó que llegar a lo esencial fue un proceso de síntesis, movimiento que lleva en solitario para redescubrir cómo funciona todo.
«Fui decantando, dejando las cargas a un lado, yendo por lo más liviano. He tomado espacios que no eran abordados por las esculturas, como las paredes, los techos, espacios que no son muy dados a la escultura, he buscado dentro de ese concepto esencial, de la pureza de los materiales. Intento que los materiales se defiendan por sí mismos, con su materia. Un poco alejado de los minimalistas porque no tienen mucha alma en cuanto a su obra, son mínimos en cuanto a forma pero no en materia. Lo mío es mucho más materia, a la esencia pura de la materia».