Alexis Alfonso Torres Jiménez, de 19 años de edad, es uno de los cinco estudiantes a los que el pasado sábado el Tribunal de Control 4, le dictó arresto domicialiario por protestar en la avenida Vargas con Venezuela el 7 de mayo.
A Torres Jiménez le preocupa no poder asistir a clases de Diseño Industrial que cursa en el Instituto Universitario Antonio José de Sucre ni a su trabajo como despachador en Frapemanía en la calle 16 entre 18 y19.
“No sé cómo vamos a hacer, en la universidad reanudaron las clases hoy (ayer), no es justo que perdamos el semestre de esta manera”.
Torres Jiménez comenta que lo peor de todo, es que él no participó en la protesta. “La verdad es que yo siempre he sido chavista, voté por el presidente Nicolás Maduro, el año pasado. El 7 de mayo en la mañana me avisaron que las clases estaban suspendidas, por eso no salí hasta horas del mediodía para ir al trabajo”.
“Cuando caminaba por la avenida Vargas, para llegar a Frapemanía, vi de pronto que hacia mí corrían unos estudiantes y detrás de ellos unos guardias nacionales, yo me devolví corriendo y me metí por el parque infantil de la Plaza Los Ilustres, allí ayudé a montarse en un ruta a una señora que llevaba un niño en los brazos, luego corrí a la Biblioteca Pública Pío Tamayo”.
El joven comenta que en las cercanías de la biblioteca lo interceptaron los guardias. “Un motorizado me cortó el paso y otro me llegó por detrás, me tiré al suelo y me golpearon con las armas en la cabeza, luego me recogieron y me metieron en la tanqueta que estaba en la redoma de la Vargas”.
“Éramos cinco compañeros, porque nos hicimos compañeros dos eran menores, estudiantes de bachillerato a quienes también golpearon. Nos decían que nos iban a desaparecer, que íbamos al infierno. En el destacamento 47 estuvimos cuatro días, no nos dejaban conversar con nuestros familiares ni con los abogados, pero el trato dentro del destacamento fue de respeto, cesaron las amenazas”.