La Confederación de Trabajadores de Venezuela, exigió al gobierno nacional que no siga criminalizando la protesta, rechazando además la represión y la violencia con que han actuado los cuerpos de seguridad del estado en contra del movimiento estudiantil.
En este sentido, Pedro Arturo Moreno, jefe del departamento de derechos humanos de esta central sindical, invitó a todos los trabajadores del país a sumarse y solidarizarse con la lucha que viene realizando el movimiento estudiantil venezolano.
«El llamado es a todos los trabajadores y a las organizaciones sindicales y gremiales de nuestro país, de nuestra América y del mundo, a solidarizarse con la justa lucha que hoy tiene a la cabeza al movimiento estudiantil pero que recoge el sentimiento de la mayoría del pueblo venezolano que aspira a vivir en un mundo mejor”, sostuvo.
Calificó al gobierno del presidente de la República, Nicolás Maduro, como «antiobrero y antisindical», agregando que también es «antidemocrático y represivo».
«Aun cuando dice enmarcarse en una democracia “protagónica y participativa”, y hasta habla de impulsar un tal “socialismo”, lo cierto es que sus actuaciones reflejan cada día más su irrespeto a fundamentales principios democráticos y la violación flagrante de los derechos humanos de todos los ciudadanos», sentenció.
Afirmó que la detención masiva de más 270 estudiantes en campamentos y plazas, comenzada en la madrugada del pasado jueves, es evidencia clara de esa actitud dictatorial y antidemocrática, y además refleja el doble discurso de un gobierno que aúpa esos modos de protesta cuando se dan en España, en Grecia o en Wall Street, pero los ataca furiosamente cuando son los estudiantes “indignados” de nuestra patria.
Criticó que en Venezuela exista una «santa alianza» de Gobierno, policías, tribunales y fiscalía, que busca con acciones amedrentar a quienes tienen más que suficientes razones para luchar y protestar contra un régimen «que ha dilapidado unos inmensos ingresos por renta petrolera y exacción fiscal, y ha llevado al país a este desastre de escasez, inseguridad, devaluación, desempleo, salarios miserables y deterioro de los servicios públicos».
«Así como reiteramos la exigencia de abrir verdaderos espacios para el diálogo social, donde sean tratados los temas relevantes de nuestra angustiante situación económica y social, y que no sean solo un teatro del Gobierno para ganar tiempo, también ratificamos nuestra condición de sindicalismo democrático, combativo, autónomo y libre del control estatal o de partido alguno», finalizó el Jefe del Departamento de Derechos Humanos de la CTV.