Hace dos años emprendimos una lucha contra el chip de la gasolina en el Zulia. Argumentamos que era un sistema punitivo, discriminatorio que «marcaba» a los ciudadanos honestos y los prejuzgaba como contrabandistas para intentar resolver un problema que es simplemente de seguridad y resguardo fronterizo.
Arias y sus compinches respondieron con el argumento burdo de que criticábamos el chip de la gasolina porque apoyábamos el bachaqueo, tratando de manipular el mensaje.
Nuestra intención y obligación como legislador es defender al Zulia. Que no se estigmatice a la población que se surte de combustible y a la vez evitar que se aplique un sistema costosísimo cuya licitación nadie vio, por cierto, y para lo cual, la sabiduría popular dio en el clavo sobre quién se había beneficiado con ese jugoso contrato. Ser además garantes de que en nuestra frontera se aplique la Ley y se acabe con las mafias a través de los cuerpos militares que deben custodiarla.
Dijimos en el 2012 y lo repetimos en varias ruedas de prensa, artículos de opinión y en el CLEZ, que por el contrabando de gasolina a través de nuestras fronteras el país pierde 7 millones de bolívares anualmente. Las mismas autoridades de este gobierno confesaron que se pasan a Colombia 70 millones de litros de gasolina al mes.
Ahora, tercera vez, vuelven a hablar de la colocación de un chip para restringirle a los ciudadanos un derecho. Un error que escondieron momentáneamente por la proximidad electoral, luego lo volvieron a poner en el tapete, lo escondieron de nuevo y ahora piensan retomar.
Como legislador no puedo menos que condenar esta iniciativa que Arias Cárdenas intenta nuevamente retomar. Colocarnos un chip es llamarnos delincuentes. No pueden de manera apriori, calificarnos de “bachaqueros”, de contrabandistas, por culpa de un grupo al cual no se atreven a combatir por temor a represalias.
La instalación de un microchip para controlar el suministro de gasolina en la entidad no es solución para poner coto al problema. No lo ha sido en Táchira ni lo será aquí. La solución es garantizar la soberanía y la seguridad de nuestras fronteras.
Nuestra “Propuesta 123” como alternativa al chip consiste en: 1) La zonificación de las regiones para la distribución equitativa de combustible. 2) El equipamiento y supervisión de la Guardia Nacional en los puntos de control Río El Limón y Carrasquero y 3) La instalación de rastreadores GPS a las gandolas de Pdvsa, ya que constituye un procedimiento más factible y menos costoso, en comparación con la instalación de los otros dispositivos propuestos.
¿Quiere propuestas Sr. Francisco Arias Cárdenas? Allí las tiene. Ahora defienda al Zulia y llévelas al Presidente.
@LesterToledo
