El presidente de Uruguay, José Mujica, lanzó un llamado a luchar contra el tabaco al evocar la batalla judicial que mantiene su país con la tabacalera Philip Morris, durante un encuentro en la Casa Blanca con su par estadounidense Barack Obama.
«En Uruguay estamos en una pelea dura, durísima, y tenemos que luchar con intereses muy fuertes», dijo Mujica en el Salón Oval de la mansión presidencial en referencia a Philip Morris, aunque sin mencionara esa empresa de manera explícita.
«Frente a esta batalla por la vida nadie tiene que hacerse el distraído porque, de todos los valores, el más importante es la vida», agregó el mandatario uruguayo, de 78 años.
Philip Morris presentó en 2010 una demanda contra Uruguay por dos medidas antitabaco aprobadas por el país sudamericano, la de prohibir más de una presentación de una misma marca y la de aumentar hasta el 80% la superficie de la cajilla destinada a la advertencia sobre los daños potenciales del hábito de fumar.
El caso, que se dirime en el centro de arbitraje del Banco Mundial (CIADI), es considerado por el país y por observadores un ‘leading case’, un caso emblemático a nivel global.
La empresa suizo-estadounidense considera que esas normas violan parte del Tratado Bilateral de Inversión entre Uruguay y Suiza, y reclama 25 millones de dólares al país sudamericano por las pérdidas ocasionadas.
Pero Mujica, que se presentó como un «viejo fumador», planteó ante Obama el argumento a favor de la salud.
«Se nos están muriendo ocho millones de personas por fumar en el mundo por año. (…) Es un asesinato en masa», dijo.
Conocimiento «vale más que la plata
Por su parte, Obama elogió a Mujica por su «extraordinaria credibilidad» en la democracia y derechos humanos, y subrayó la comunión de intereses entre ambos en los temas de inclusión social e intercambio entre los países en ciencia y educación.
«Aprecio mucho la visita del presidente, aunque debo decir que lo primero que me dijo fue que mi cabello se ha tornado más gris desde la última vez que me vio», bromeó Obama, que no aludió al tema del tabaco.
Otros temas, como la polémica legalización de la marihuana en Uruguay o la propuesta de Montevideo para recibir presos de la cárcel estadounidense de Guantánamo, quedaron fuera de la conversación entre los mandatarios.
Obama destacó la contribución de Uruguay a las misiones de paz de Naciones Unidas y abogó por un incremento del intercambio educativo y comercial entre ambas naciones.
El comercio entre ambos países alcanzó los 2.200 millones de dólares en 2013, favorable a Estados Unidos. Los países firmarán un acuerdo de cooperación aduanera al margen del encuentro de los presidentes, señaló la Casa Blanca.
Mujica también pidió al mandatario estadounidense enviar de manera temporal a Uruguay a especialistas en temas agrícolas para ayudar en el desarrollo de la producción alimentaria en el país sudamericano.
«A la larga eso vale más que la plata», dijo Mujica, tras señalar que su gobierno ya no busca enviar solo estudiantes a Estados Unidos «porque se nos casan y las empresas americanas pagan mejores salarios, entonces perdemos a los más calificados».