Una nutrida cacerola realizaron anoche madres, estudiantes y vecinos de la zona en la plaza Macario Yépez, al este de Barquisimeto, en honor a las madres de los fallecidos y apresados en medio de las protestas.
A las 6:00 de la tarde comenzaron a llegar personas de diversas zonas de la ciudad, con sus cacerolas y cucharas. Algunos llevaban gorras y banderas de Venezuela. Hubo personas de todas las edades, pero la mayor presencia fue de mujeres maduras: madres de la ciudad quienes aseguraban cariñosamente ser las mamás de todos los estudiantes e instaban a los universitarios a seguir con la protesta pacífica.
Mientras la canción Madre déjame luchar, de Alí Primera, sonaban desde un potente equipo de audio, Mireya de Montes De Oca comentó que durante todo el día había vestido de negro y blanco por consideración a todas aquellas madres que no pueden abrazar y besar a sus hijos, porque los perdieron en medio de una manifestación o porque están presos. “Hoy no es un día para celebrar, me siento triste, hay muchas madres que perdieron a sus hijos en mano de la represión de este gobierno”.
Montes de Oca sostuvo que se sienten preocupadas por sus hijos, pero deben apoyarlos. “Ellos han sido la luz de este país y debemos dejarlos ser, vamos a tocar cacerolas bien fuerte, que se escuche la voz de esas personas que hoy no están. A al gobierno le digo que abra su corazón, que asuma una posición de escuchar y no reprima a los jóvenes que protestan, ese es un derecho constitucional, que tengan temor de Dios”.
Carmen Roberti comentó que las madres están en el deber de acompañar a sus hijos en la lucha por la libertad del país. “Es necesario que nuestros muchachos sigan en la calle, ellos han logrado mostrarle al mundo lo que vive Venezuela, que este es un país que quiere paz y libertad”.
Wendy Peña, estudiante de Psicología de la Universidad Yacambú agradeció la presencia masiva de las madres.