Las voces de Penélope – De «bosques» y de consultas

Pues mire usted, que en casi todas las cosas, ha de tenerse cuidado de no empeñarse en ver sólo el árbol por muy atractivo que éste sea, si nos oculta el bosque. Y como no es la ecología la esencia de este artículo, imaginemos que el árbol es la “Consulta Nacional por la Calidad Educativa”, encuesta que puede llenarse o no pero que ha de ser vista en el contexto del “bosque”, conjunto que pasa por encima de la Constitución, en relación a derechos democráticos, pluralidad y tolerancia.
¿El “bosque”? Profundo y oscuro se nos presenta: las ramas del árbol no son más que la extensión de raíces entrelazadas de otros árboles mucho más fuertes comoelPlan de la Patria, nutridodel programa político del PSUV.Lo cual, habría sido un escándalo de grandes proporciones en la”cuarta” o en los países democráticos,pero acá se coló pues los nuevos lenguajes inventados por la revolución, no nos permiten saber  si la patria es Chávez o si Chávez o su corazón,es la Patria; si el PSUV, partido del gobierno, es el Estadoy la A.N., es versión institucional del PSUV. O si los gabinetes ministeriales son partidistas o las reuniones del partido, ministeriales:el último antes de morirChávez,  se llamó “Golpe de Timón”. En fin, la realidad se trastoca tanto, que en las cátedras universitarias se estudiará cómo un  gobierno de derecha militar pasó por ser de izquierda.Y palabras como “colectivo” o “red”, en lugar de aludir a convivencia u organización, terminaron siendo formas de control social e ideológico.
Del “bosque” surgen abstracciones como Poder Popular y Pueblo, con textura de “comodines”, que han requerido de leyes comunales, pues su implantación no sólo ha servido para ejercicios de poder personal y aprovechamiento de recursos del Estado, sino para ser voz, ojos y oídos partidistas y gubernamentales. De la misma manera se planteó el Sistema Nacional de Medios Públicos, que ha subsumido comprándolos o desapareciéndolos, medios privados en aras de la hegemonía comunicacional del Estado que es el PSUV, que es el gobierno, que es la asamblea, el presidente, y el poder judicial…
Visto así, la Resolución 058 y el Currículo Bolivariano, han de ser leídos dentro de esa “red”, como  árboles cuyas raíces se nutren del Bosque oscuro y profundo, cuyas ramas más visibles son los textos de la Colección Bicentenario cónsonos con el planteamiento de una sociedad socialista totalitaria, que nombra la Constitución Nacional para solapar el pensamiento único como una de las variables del pluralista y la palabra democracia dentro de la misma lógica de un lenguaje que funda, borra o cambia significados, que aunque nos parezcan sinsentidos, manejan verdades y mentiras como si fueran versiones de una realidad que se teje y se desteje.
¿La consulta? Debe contestarse cambiando su intención legitimadora. ¿Cómo? Dejando registro de que no queremos la educación ideologizada, anticonstitucional, sino plural, democrática, participativa, donde el alumno es centro y razón de ser. Si no lo escribimos, ¿Cómo probamos que nos opusimos?