La Universidad de Harvard introducirá un «código de honor» por el que los estudiantes deberán prometer que no copiarán.
Será la primera vez que la prestigiosa universidad estadounidense les pedirá a sus alumnos comprometerse públicamente a no hacer trampas en sus tareas y exámenes.
En 2012, el centro educativo fue objeto de un escándalo académico por el que 60 estudiantes fueron sancionados por copiarse.
La propuesta siginifica que, a partir de 2015, los estudiantes de Harvard deberán aceptar una «confirmación de integridad».
Los «códigos de honor» son comunes en numerosas universidades estadounidenses, como una forma de disuadir a los estudiantes de copiarse en los exámenes o entregar material plagiado de internet.