Los habitantes del municipio Urdaneta se encuentran desesperados, prácticamente al borde de la ruina, a causa de las constantes suspensiones del suministro eléctrico y la intensa sequía.
Reinaldo Almao, exprefecto y dirigente comunal, dijo que los apagones son todas las noches, sin ninguna explicación oficial.
“Estamos sentenciados a que a las siete u ocho de la noche se va la luz, quedamos en tinieblas, se nos dañan los aparaticos, especialmente las neveras, y en Corpoelec no hay nadie que responda”, expresó Almao.
Agregó que desde hace unos quince días la situación se ha agravado, al parecer por fallas en algunas subestaciones y a pesar de las protestas de los afectados, no solucionan el problema.
Enfatizó que en muchos hogares humildes han perdido sus refrigeradores que “se queman” por los apagones y la reaparición intempestiva del fluido eléctrico con sobrecargas.
Cuando eso ocurre, agregó, los afectados pasan problemas para conseguir los motores sustitutos pues están desaparecidos, incluso en Barquisimeto.
Insistió en que las fallas son todas las noches, en Siquisique y otras poblaciones del municipio Urdaneta, a lo que se agrega el que no es nada nuevo sino que esos apagones se presentan desde hace meses en el municipio Urdaneta.
Por otra parte, Reinaldo Almao se refirió al problema provocado por el intenso verano y la falta de agua en las comunidades.
Algunas han protestado públicamente, como lo hicieron en El Copey y El Taque, exigiendo del organismo correspondiente la solución a esa falla.
“En Urdaneta estamos olvidados por todos los gobiernos, nacional, regional y municipal, que no atienden las problemáticas de las comunidades”, afirmó.
Igualmente dijo que los ríos Tocuyo y Baragua se encuentran prácticamente secos pues apenas un hilillo de agua corre por ellos, lo que ha obligado a los agricultores a suspender sus siembras.
Explicó que “a veces nos sueltan un poquito de agua de Dos Cerritos o Atarigua, pero no es suficiente”.
Extraoficialmente se conoció que algunos agricultores que se habían arriesgado y sembraron a pesar del verano perdieron su trabajo y su inversión pues no creció nada por la falta de agua.
“Ojalá comience a llover pronto o la ruina en Urdaneta será total”, enfatizó Almao.