Los docentes, administrativos y obreros que llevan quince días apostados en la planta baja del edificio Buría, sede de la Zona Educativa, dicen estar dispuestos a iniciar una huelga de hambre en caso de que no se produzca una solución o respuesta a sus casos.
El pago de su labor durante varios años, en calidad de contratados, en varios planteles regionales dependientes del Ministerio de Educación, es su principal reclamo aunado a la incorporación como personal fijo.
“En este tiempo hemos sido visitados por distintos representantes del buró político (del Partido Socialista Unido de Venezuela, PSUV) que nos han expresado su solidaridad; también hemos contado con el apoyo de la defensora del Pueblo, Elba Iris Rodil, y la defensora de la Mujer, Nubia Graterol, pero a la fecha no se ha producido una respuesta positiva”, explicó Yenny Sánchez, docente y vocera del colectivo que mantiene la toma. “Todos saben cuál es nuestra situación, por eso estamos dispuestos a ir a una huelga de hambre si no se nos plantea una solución entre el miércoles o jueves de esta semana… y lo que nos suceda será responsabilidad de la jefe de la Zona, Xiomara Ascanio”.
Naudy Jordán, profesor de Educación Física, manifestó la molestia del grupo porque en dos semanas “nadie se ha pronunciado, ni el ministro (de Educación, Héctor Rodríguez), ni el presidente de la República (Nicolás Maduro) y tampoco las autoridades gubernamentales de la región, entre ellas la Gobernación de Lara”.
Denunció que han sido amedrentados a través de los directores de los planteles donde laboran. “Ascanio ha sido convocada por nosotros para una mesa de diálogo, pero se ha ordenado a los directivos que nos presionen para volver a las escuelas y liceos”.
En diciembre de 2013, los 550 trabajadores que participan en la toma firmaron un documento de nuevas contrataciones, basadas en la necesidad de servicio de las instituciones. “Pero la jefa de Zona afirmó en unas declaraciones que habían llegado 1.200 contratos para Lara y preguntamos a quién fueron otorgados, porque nuestros documentos no han sido enviados a Caracas”.
En nombre de los trabajadores, Jordán pide “la destitución por ineficiencia de Ascanio y de Roberto Gómez, jefe de Recursos Humanos, quien ha agredido física y verbalmente a los que estamos aquí”.
Recalcó que la auditoría iniciada en noviembre de 2013 para determinar la necesidad real de los planteles, en materia de personal de servicio, docente y administrativo, se encuentra paralizada.