Trece recién nacidos fallecieron en el Hospital Miguel Oráa de Guanare den solo 8 días.
El diario El Nacional destaca hoy que el médico Rodolfo de Bari renunció la semana pasada a la dirección del Hospital Miguel Oráa y realizó la denuncia de que en ese centro asistencial murieron 13 recién nacidos en la Unidad de Neonatología en solo 8 días.
De Bari manifestó que las muertes fueron por infección severa lo cual se debe –denunció– a que las autoridades de la Dirección Regional de Salud, por negligencia o inoperancia, no realizaron oportunamente la asepsia de la unidad.
“Desde hace varios meses el médico neonatólogo venía denunciando la contaminación y no fue tomado en cuenta. Esa situación trató de esconderse de forma irresponsable. Las autoridades sanitarias de la entidad convocaron a los pediatras a una reunión para que cambiaran su opinión sobre la muerte de los neonatos”, dijo de Bari.
Detalló que desde hace tiempo está alojada una bacteria llamada Seudomona Oleaginosa en los equipos de la Unidad de Neonatología, que es altamente contaminante. La bacteria fue descubierta porque los pediatras tuvieron la iniciativa de realizar un hemocultivo allí, trabajo que es responsabilidad absoluta de la Dirección Regional de Salud.
De Bari relató que una vez detectada la bacteria los médicos de la unidad decidieron cerrarla temporalmente, en beneficio de los prematuros y no siguieran muriendo los pequeños. La medida causó malestar en las autoridades sanitarias que llamaron a una reunión urgente, en la que Arnoldo Rivero, único neonatólogo de Portuguesa, renunció.
La misma información de El Nacional destaca que Antonio Brito, director regional de Salud en Guanare, reconoció la muerte de varios neonatos en la unidad, pero negó que fuera por infección bacteriana sino por membrana hialina que es una enfermedad que se debe a la prematuridad de los bebés.
En la misma investigación, el personal consultado en el hospital se limitó a reconocer la carencia de insumos y afirmaron que sí hay contaminación, y que actualmente solamente se atienden por lapsos muy cortos a neonatos nacidos en el hospital bajo la condición de que sus familiares suministren todos los insumos y medicamentos necesarios.