Las elecciones generales que se desarrollarán el domingo en Panamá serán «apretadas» e intensas, pero dentro de la ley y la normalidad, aseguraron este viernes observadores de la Unión Interamericana de Organismos Electorales (Uniore).
«El consenso entre nosotros es que asistimos a un evento cívico democrático muy intenso donde la lucha política es muy fuerte, pero está dentro de los márgenes del derecho y la legalidad», dijo Manuel Carrillo, director de asuntos internos del Instituto Nacional Electoral de México y miembro de Uniore.
Más de 2,4 millones de panameños están llamados a votar el 4 de mayo para elegir al sustituto del presidente Ricardo Martinelli, renovar el Congreso y las alcaldías.
Además de la Organización de Estados Americanos (OEA), los comicios también serán observados por la Uniore, que ha desplazado a Panamá a 50 personas de 30 organismos electorales de 18 países de la región.
Carrillo aseguró en conferencia de prensa que tanto los partidos políticos como grupos de la sociedad civil han denunciado «irregularidades» en el proceso electoral, pero ha descartado hasta el momento la posibilidad de cualquier tipo de fraude.
«Lo que tenemos es una institucionalidad que garantiza la limpieza del sufragio con una autoridad electoral respetable», aunque «existen como en todas las elecciones del mundo algunas inconformidades», manifestó Carrillo.
El oficialista José Domingo Arias (derecha) encabeza las preferencias en la mayoría de las encuestas, seguido muy de cerca por el opositor socialdemócrata, Juan Carlos Navarro, exalcalde capitalino (1999-2009).
En tercer lugar, pisando los talones a los anteriores, se sitúa el también opositor, pese a ser el actual vicepresidente del gobierno, Juan Carlos Varela (derecha).
«Los números han estado próximos, al menos en las encuestas, y eso puede dar el escenario de una elección apretada», aseguró Eugenio Chicas, presidente del Tribunal Supremo Electoral de El Salvador.
Según Chicas, al igual que en el fútbol o el béisbol cuando una elección es «apretada» hay mucha «pasión» entre los candidatos, los partidos políticos y sus seguidores.
Sin embargo, en el caso de Panamá «puede haber pasión que vaya más allá de lo normal, pero creemos que existe la institucionalidad para enfrentar un escenario de esa naturaleza», aseguró Chicas.
