“No hay ni una bolsa de cemento en ninguno de los camposantos de Iribarren”, advirtió el director de los Cementerios Municipales, José Gregorio Mendoza.
El funcionario denunció la crisis que se presenta ante la escasez del rubro. Informó que para enterrar a los difuntos se necesita ese material para la construcción de fosas.
Exhortó a diputados regionales y concejales de Iribarren a interceder en la solución de esta problemática y gestionar con la empresa Cemex el abastecimiento de ese componente.
Mendoza comunicó que el método que se está empleando ante la escasez del producto es solicitar a las funerarias o familiares de los muertos la colaboración con tres sacos de cemento.
“El alcalde Alfredo Ramos está preocupado ante esta grave situación. La alcaldía está realizando las diligencias pertinentes para resolver el problema”, explicó el director de los cementerios municipales.
Informó que la circunstancia no ha paralizado las labores. Han podido solventar un poco agilizando los traslados de cadáveres, lo que ha permitido la recuperación de fosas.
“Algunos familiares han trasladado a su difunto a otro municipio, lo que ha permitido la reutilización de tumbas, que son reacondicionadas”, explicó.
Recordó que recientemente se inauguró la sala de cremación, procedimiento moderno, rápido y seguro, que sirve como alternativa viable ante la escasez del cemento.
El administrador de las siete necrópolis que dependen del municipio aseguró que continúan con el proceso de rescate y limpieza de los camposantos. Informó que solicitarán un crédito adicional para continuar con los trabajos de recuperación.
Desde el mes de enero, se han enterrado a 1.439 personas, indicó el funcionario.