No quiero ser pesimista, combato el pesimismo y la visión negativa del acontecer personal y social. Pero no hay duda que en las horas actuales nuestra Venezuela es una Venezuela adolorida por la desunión, la destrucción y la exclusión.
Prevalece, además, en el ambiente la idea de la ausencia definitiva de soluciones a la situación nacional. No ha sorprendido pero sí ha dolido, el anuncio de varias aerolíneas que se van de Venezuela. Se va Alitalia, cuántos italianos viven acá, qué harán ahora, se irán a Italia por otros países. Pero no es la única línea aérea que se va, Lufthansa, línea alemana, suspende venta de boletos también. Trabajar acá no es rentable, mejor dicho, no es viable, el gobierno no les convierte los bolívares a dólares o euros y, al fin y al cabo, esas líneas aéreas son extranjeras, no les sirven los bolívares. Vamos a quedar aislados, como Cuba. ¡Qué revolución tan bonita!
Otro invento del régimen es el nuevo sistema educativo. Por lo que leemos se trata de imponer, desde la más tierna edad, anuestros hijos y nietos, una sola visión del mundo y de la vida, exaltando valores extraños a nuestra manera de ser y a nuestra historia como nación. Otra gran mentira. He vivido de cerca este tema, por lo de las encuestas en escuelas y colegios, mis hijos y varios amigos me preguntan si deben responder. Y el colmo es que a niñitos muy pequeños han querido practicarles esa encuesta, a todas luces con respuestas inducidas. Como dicen ahora, tremendo stress para los padres y niños. En varios colegios, por cierto, el día que correspondía la encuesta, no se presentó ningún representante del Ministerio de Educación. Mejor, pensé yo.
Continúa la delincuencia desatada, la persecución a estudiantes sin medida e indiscriminada, detenciones injustas, la prensa libre sin papel o recibiéndolo a cuenta gotas, la inflación galopante (más del 5% en el mes de abril), los insultos y agresiones a la oposición y venezolanos no alineados con el régimen, en el mismo nivel de siempre. La caída de producción de alimentos es alarmante y las reservas internacionales en el suelo, amenazándonos con una escasez cada vez más acentuada y peligrosa. Preocupa en especial, la escasez de medicinas para enfermedades graves. Bien triste ver enfermos que no pueden tratarse porque en el país más rico de América Latina, no existe la medicina que necesita.Un gobierno irresponsable y corrupto acabó con las reservas de divisas que servían para esos importantes menesteres.En estos largos 15 años, ni una sola autopista importante se ha construido, ni un solo aeropuerto, ni una sola obra de significación aparece para reseñar. Gastaron todo, destruyeron todo y no hicieron nada. Estamos expectantes por el diálogo, ahora en peligro, debe haber diálogo, pero si el régimen no cumple los acuerdos, es perder el tiempo.
Venezuela adolorida y expectante
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